La intervención del president, Carles Puigdemont, tenía que concluir con una ronda de preguntas de los empresarios presentes en la inauguración de la reunión anual del Cercle de Economía. Era el momento para que los representantes del mundo económico plantearan sus dudas sobre el procés y sus efectos. No obstante, cuando el presidente del Cercle, Juan José Burgera, ha reclamado las tarjetas de los asistentes con sus cuestiones no había preguntas. Después de unas risas nerviosas de Burgera y unos inacabables instantes de espera se ha procedido a leer la única pregunta que se ha planteado. Era una cuestión en castellano, sin firmar y con el siguiente texto: "President, en Catalunya no se dan las condiciones equitativas para un referéndum porque el Govern no es neutral y los medios de comunicación catalanes hace años que adoctrinan contra España y ocultan las graves consecuencias".

Puigdemont ha ironizado que esta reflexión daba para una conferencia entera y ha mostrado una opinión "claramente discrepante". "En Catalunya nos podemos sentir orgullosos en general de tener un sistema de medios de comunicación que se caracteriza por su diversidad y pluralidad", ha defendido. No sólo eso, ha asegurado que le gustaría que esta misma pluralidad aunque sea descompensada existiera también en el Estado español.

Tristeza y sorpresa con las apelaciones a la violencia

Siguiendo este hilo, ha advertido que el debate entre Catalunya y España es "desigual". "No tenemos mecanismos para obligar al Estado a pactar si no quiere", ha asegurado "con gran decepción" subrayando que la manera de resolver los problemas en una democracia madura es sentarse a negociar.

El president ha lamentado de manera especial las amenazas de suspensiones, e incluso las apelaciones a la violencia -en referencia a las declaraciones de la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal"-, las cuales, según ha dicho, le provocan tristeza y sorpresa.

Diez segundos de aplausos

La sala donde Puigdemont ha protagonizado la conferencia inaugural no estaba precisamente llena, había muchas sillas vacías. Al acabar, el president ha sido despedido con diez segundos de aplausos. Los justos para mostrar educación sin excesivo entusiasmo.