La internacionalización de la cuestión catalana es un hecho. Y de ahí la preocupación creciente del Gobierno, y las maniobras de todo tipo que lleva a cabo, cada vez que el ejecutivo de Carles Puigdemont cruza la frontera. Pero puede que los verdaderos problemas para la Administración española en el frente catalán no hayan hecho más que empezar. Por primera vez, un gobierno europeo, el de Reino Unido, ha revelado la existencia de contactos con el gobierno de la Generalitat centrados en el proceso hacia la independencia.

El reconocimiento por parte del Reino Unido de la existencia de esos contactos se ha realizado mediante una carta del Foreign Commonwealth Office —Ministerio británico de Asuntos Exteriores— fechada el 27 de noviembre del 2015. La misiva, a la cual se puede acceder íntegramente desde este enlace, responde a una solicitud formal de información confidencial sobre diversos aspectos del proceso independentista catalán.

 

Entre otras cuestiones, se solicita información reservada sobre las elecciones del 27 de septiembre del 2015, el “referéndum de independencia no oficial” del 9 de noviembre de 2014 —es decir, el proceso participativo o consulta alternativa del 9-N— así como “la correspondencia” entre el Foreign Office y la Delegación de la Generalitat para el Reino Unido e Irlanda del Norte desde octubre de 2014, y cualquier otra relacionada con Catalunya desde la misma fecha.

El Foreign Office accede a desclasificar una parte de los contenidos solicitados, y aporta una serie de correos electrónicos cruzados con la embajada británica en Madrid. No obstante, advierte que otros documentos no los hará públicos por la seiguiente razón: “Podría dañar nuestras relaciones con España”. En este sentido, apela a la necesidad de “mantener la confianza entre los gobiernos”. “La divulgación de esa información podría dañar potencialmente la relación bilateral entre el Reino Unido y España. Ello reduciría la capacidad del gobierno británico de proteger y promover los intereses del Reino Unido a través de sus relaciones con el Gobierno de España”, se insiste.

Conversaciones confidenciales

¿Y de qué información se trata? La carta da una pista decisiva al respecto. Una parte de esa información confidencial que se retiene es la referida a “conversaciones confidenciales mantenidas entre funcionarios gubernamentales [del Reino Unido] y representantes del Gobierno de España, el gobierno de la Generalitat de Catalunya, y la Delegación de Catalunya ante el Reino Unido e Irlanda”.

Ello supone, por vez primera, no ya el reconocimiento de los habituales contactos que se producen entre gobiernos extranjeros y representantes de comunidades autónomas españolas por los más variados asuntos, sino del gobierno de la Generalitat como interlocutora política del gobierno del Reino Unido en relación con una eventual independencia de Catalunya.

La existencia de esos contactos entre los gobiernos británico y catalán, reconocidos por Londres de manera pública —los documentos se pueden consultar en la web del gobierno británico—, pueden añadir aún más tensión a las ya de por si complejas relaciones bilaterales entre los gobiernos de Mariano Rajoy y Theresa May a raíz del Brexit, que se han enrarecido aún más si cabe por la cuestión de Gibraltar. Madrid ha vuelto a poner el punto de mira en el Peñón desde que rechazara la salida de la UE en el referéndum del Brexit. Y, además, se ha alineado con las posiciones más duras de Bruselas ante el proceso de separación británica.

Bomba de relojería

En ese contexto de relación en mal estado entre Madrid y Londres, el reconocimiento implícito por parte del Reino Unido que tiene información confidencial sobre el proceso catalán —incluida la referente a los contactos con el Gobierno— es una bomba de relojería en unos momentos en que el gobierno del PP ha recrudecido su ofensiva judicial y policial contra los líderes del independentismo, pero también contra las empresas que puedan colaborar con la logística  el referéndum que Carles Puigdemont quiere negociar con Madrid siguiendo la vía escocesa.

De ahí que —en un claro aviso a navegantes— el Foreign Office opte de momento por desclasificar sólo una parte de la documentación sobre el procés, a fin de evitar daños en las ya de por si maltrechas relaciones con España.

Correos electrónicos

La carta del Foreign Office, y los correos electrónicos cruzados con la legación diplomática británica en Madrid, revelan la intensidad del seguimiento que está realizando Londres de todo lo que acontece en Catalunya en relación con el procés. Una muestra es el documento de 36 páginas  que se puede consultar íntegramente aquí.

Los correos enviados desde la embajada en Madrid a la sede londinense del Foreign Office incluyen en su mayoría resúmenes de prensa sobre declaraciones de líderes políticos sobre el procés o hechos relacionados con el mismo, como por ejemplo la convocatoria de elecciones para el 27 de septiembre del 2015 por parte del entonces president Artur Mas “mediante un decreto ordinario”, sin hacer referencia al carácter “plebiscitario” que les quiso dar el independentismo. 

'The case of catalans'

En el Parlamento de Westminster, 21 miembros de seis fuerzas políticas han creado un intergrupo de debate sobre Cataunya. Los parlamentarios han enviado una carta a Rajoy en la que le piden que autorize el referéndum de independencia en Catalunya y que se archive la causa abierta contra la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y cuatro miembros más de la Mesa de la cámara por permitir diversas votaciones sobre el procés.

Unos 300 años después de que los británicos abandonaran a los catalanes en la guerra de sucesión contra el borbón Felipe V, el llamado caso de los catalanes ha regresado con fuerza a los despachos del gobierno de Su Majestad británica.