"Nos estamos acostumbrando a aceptar actitudes colonialistas que son motivo de escándalo, como si estuviéramos en un estado de excepción". Con estas palabras, la consellera de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda, Meritxell Borràs, ha denunciado una persecución de ideas por parte del Gobierno.

En la conferencia del Fòrum Europa, Borràs ha criticado duramente la querella presentada por la Fiscalía por la compra de urnas: "Es una querella presentada por instrucciones del gobierno del Estado", ha comentado la consellera en un discurso en que ha remarcado la debilidad de la separación de poderes en el Estado. En este sentido, Borràs ha apuntado a una "utilización chapucera de la justicia y de los mecanismos del Estado legales y no legales" por parte del Gobierno, todo con el objetivo de combatir determinadas ideas.

Al acto, que ha tenido Borràs como protagonista, han asistido la presidenta del Parlament, Carme Forcadell; la consellera de Presidència, Neus Munté; el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull; el conseller de Cultura, Santi Vila, y el presidente del ACM, Miquel Buch, entre otras personalidades de la política catalana. A la consellera la ha presentado la alcaldesa de l'Hospitalet de Llobregat, la socialista Núria Marín, que fue su rival en la política municipal durante muchos años.  

"La mayor recentralización de los últimos 40 años"

Borràs ha explicado que "la crisis ha hecho crecer el populismo" y que este "no será la solución", sino que "puede ser parte del problema". En este sentido, cree que el contexto económico ha demostrado que Catalunya y España tienen "modelos muy diferentes de entender y afrontar las cosas". Y, mientras Catalunya da pasos en sus aspiraciones soberanistas, Borràs advierte que el Estado ha utilizado la crisis como una excusa para "hacer la mayor recentralización de los últimos 40 años".

A pesar de esta actitud del Estado, Borràs ha apelado otra vez a un pacto con las instituciones españolas. "Nosotros estamos dispuestos a pactar", ha explicado Borràs, que ha añadido que a pesar de la voluntad de acercar posiciones, "dos no pactan si uno no quiere".