Los músicos y humoristas argentinos Les Luthiers se han llevado el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2017. El jurado, al dar a conocer este premio, en Oviedo, ha manifestado que se les da este galardón por el hecho de ser "espejo crítico y referente de libertad en la sociedad contemporánea", y ha apuntado que este grupo se ha convertido en "uno de los principales comunicadores de la cultura iberoamericana desde la creación artística y el humor". Se trata de un grupo veterano, que ya lleva 50 años en los escenarios, y en la actualidad está integrado por Carlos Núñez Cortés, Carlos López Puccio, Marcos Mundstock, Jorge Maronna, Horacio Turano y Martín O'Connor (actúan a veces, como reemplazantes, Roberto Antier y Tomás Mayer Wolf).

Medio siglo de carcajadas

El grupo fue fundado en 1965 por el arquitecto Gerardo Masana, ya difunto. En un principio se trataba de un grupo de universitarios que tenían un pequeño coro y que tocaban con instrumentos de música fabricados por ellos mismos. Por eso tomaron el nombre "Les Luthiers" (fabricantes de instrumentos). Querían hacer reír a la gente, pero con un humor inteligente y ácido, que nunca cae en la vulgaridad Siempre han combinado el humor con la música, y no han dudado al experimentar con estilos diferentes: desde la ópera hasta el merengue, pasando por la zarzuela y la bossa nova. Aunque recurran al humor son absolutos virtuosos de la música, con una gran capacidad de dominar registros musicales distintos. Son conocidos por la genialidad de sus letras, de un humor contundente. A lo largo de su vida han interpretado 34 espectáculos diferentes, han hecho centenares de actuaciones por toda América Latina y por España, han construido 30 instrumentos musicales diferentes y han compuesto 170 canciones.

Recurso a la imaginación

Les Luthiers no se limitan a cantar canciones. De hecho, representan espectáculos enteros, en los que las presentaciones son tan importantes como las mismas canciones. Este grupo recrea con sus canciones un universo imaginario, repleto de personajes inventados: compositores, científicos, aristócratas, literatos, santos... Una de las peculiaridades es que estos personajes se cruzan e interactúan, como si tuvieran vida propia. Gracias a estos personajes dan una visión irónica de la sociedad: se burlan de la televisión, de la hipocresía, de la jerarquía social, del amor, del desamor, de la pedantería, de la insolidaridad, de los políticos... Y de ellos mismos, con un sentido del humor envidiable.

El maestro Mastropiero

Les Luthiers aseguran que buena parte de sus temas están compuestos por el compositor Johann Sebastian Mastropiero (obviamente ficticio), también conocido por seudónimos como Wolfgang Amadeus Mastropiero o Etcétera Mastropiero. Se le atribuye, incluso, el haber compuesto un Gloria a partir de la música de un tango; según Les Luthiers, estrenó este espectáculo en el Vaticano y por eso fue excomulgado y la Guardia Suiza tiró por las ventanas los instrumentos, las partituras, y el mismo Johann Sebastian. Es famoso, también, por sus hazañas amorosas. Tenía múltiples amantes, y dicen que murió, justamente, porque su hermano Harold, un mafioso que emigró a Estados Unidos, lo mató porque se iba a la cama con su mujer. Ahora bien, este detalle, como todo en la vida de Mastropiero, es muy discutido.

Fieles a Barcelona

Les Luthiers han actuado con frecuencia en Barcelona, una ciudad que no suele faltar en sus giras. En 2016 presentaron su último espectáculo, la antología ¡Chist! en el Auditorio del Fòrum. Y en una de las sesiones incluso actuaron con El Tricicle.