Mientras países de todo el mundo ven cómo surgen nuevos postulados claramente xenófobos, un musulmán decidió plantarse en medio de espacios públicos con un cartel bien directo: "Soy musulmán y la gente me llama terrorista. ¿Y tú, confías en mí? Si confías, abrázame". Un texto directo que pone de manifiesto hasta qué punto la sociedad juzga a las personas por su aspecto o por sus creencias. Afortunadamente, el resultado es de lo más alentador: decenas de ciudadanos se acercan al chico y le ofrecen el abrazo que él espera con los brazos abiertos.