El miedo se apoderó del zoo de Londres este jueves por la tarde, y no por poco rato: 90 minutos estuvo rondando un gorila por el recinto, después de escaparse del espacio donde estaba.

No se trataba de un gorila pequeño, o recién nacido: tiene 18 años, mide más de 2 metros y pesa en torno a 185 kilos. De este ejemplar se tuvieron que esconder los visitantes del zoo de la capital inglesa mientras los policías armados e incluso un helicóptero intentaban pararle los pies.

Antes de esto, cuando el animal todavía permanecía dentro de la sala -protegida con cristales-, los visitantes fueron advertidos de no mirar al gorila a los ojos porque podían alterarlo. Como no pocas veces pasa, las advertencias fueron desatendidas, y algunos de los espectadores se burlaron del animal. Ante eso, y como se se aprecia en el vídeo, el gorila se rebela, hasta dar un fuerte golpe a los vidrios que le separaban de la gente.

A partir de aquí, se acaba rompiendo el cristal, y se detecta que el animal se escapa. En un panorama de gran tensión, los visitantes pasan a ser cerrados en salas donde no pueda llegar el gorila, por su propia seguridad.

En escenas que algunos aseguraron que parecían sacadas del filme "Jurassic Park", la policía acabó disparando un sedante al gorila, para después ser devuelto a su sitio habitual. 90 minutos de tensión que, finalmente, acabaron sin tener que lamentar daños mayores.