Xavier Graset es un pata negra de la CCMA. Muchos lo recuerdan del clan de la avellana, aquel maravilloso grup de comunicadores de las comarcas de Tarragona que desembarcaron en TV3 en los años 90 con Carles Francino y Andreu Buenafuente, Oriol Grau, Fermí Fernández o Graset. Con el actual programa de La selva rinde un homenaje a su primera gran popularidad, cuando pegaba el grito "La información es una selva" en el Sense títol de TV3. Solo los grandes de TV3 han presentado un programa titulado con una frase suya, como Lluís Canut en la tertulia llamada Efectivament en el canal Esport 3. Graset también ha dejado huella en Catalunya Ràdio, corresponsal en Madrid, mítica voz que ponía punto final al matinal de Antoni Bassas y al APM original interpretando durante catorce años al camarero Manolo, un madridista estilo Roncero. Después hizo una maravilla como El món s'acaba, único programa que fichó de colaborador al inmenso Pepe Rubianes. Y en TV3 la última etapa ha sido icónica: el Més 324 convertido en un lujo, un oasis y una rareza televisiva, de la cual lo descabalgaron para salvar las tardes de TV3. Y en eso está a los 62 años.
Nacido en Vila-seca pero reside entre Barcelona por trabajo y Reus donde tiene a su mujer y sus hijos. Graset se define como un RTV: 'Reusense y también de Villa-seca' y en una entrevista en El suplement lo dejó claro: "Reus es mi casa, yo soy de Vila-seca, soy el punto de equilibrio de la balanza, un hombre de paz, la bisagra necesaria de este país, si giro a una lado a Tarragona y si giro hacia el otro a Reus. Vivo en Reus por amor, porque ella me soporta, Anna Maria Vilella i Dalmau que está allí y es de Reus" y el público de Reus la aplaudía. Se conocieron yendo ella de público a un programa suyo. Anna Maria no quería marcharse a Barcelona, trabaja de abogada en Reus y tienen dos hijos, Bernat y Anna de 16 años, gemelos. Este fin de semana Anna ha hecho la muestra de fin de curso de su academia de danza en Reus llamada "D'iDansa Centre de Dansa d'Ivette Saez" y su padre muestra orgulloso a su hija bailarina, que ha crecido mucho. Madre e hija son clavadas y se llaman igual, Anna.
Graset puede presumir de tener una familia fabulosa y que prefieren vivir en Reus que trasladarse a Barcelona solo porque trabaja allí su padre. La madre y los gemelos son felices trabajando y estudiando, viviendo y bailando en Reus, como dice Graset "Durante años la segunda ciudad de Catalunya, y que quiere ser la primera". Xavier Graset convierte la AP-7 en una carretera camino a casa. Y la AP-7 sí que es una selva.