"¡Soooois muuuuuuy bueeeeena geeeente!". El grito de guerra de Quim Masferrer volvió a sonar en una plaza de un pueblo de Catalunya y en los salones de los espectadores. El Foraster ha vuelto a TV3 con una nueva temporada que promete ser todavía más emocionante de lo que nos tiene acostumbrados. De momento, las buenas costumbres no se pierden y el programa fue el más visto del día, con un mayúsculo 24,5% de share y 632.000 espectadores, en la opción preferida por la audiencia catalana durante todo el día.

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Quim Masferrer en 'El Foraster' en L'Estany (TV3)

Y no nos extraña. La reentré de Masferrer fue por la puerta grande. Risas y emociones a partes iguales con unos vecinos que te robaban el corazón, los del pueblo de L'Estany, el municipio más elevado del Moianès. Allí se encontró con un desayuno pantagruélico, con un alcalde menudo o con un niño de 12 años hablando de amor y de relaciones de pareja como si fuera un psicólogo cum laude. Maravilloso. Pero la parte que tocó más la fibra fue cuando Masferrer conoció a las personas de más edad del pueblo. Por una parte, un grupo de aspirantes a Eugenio al lado del mercado, unas yayas explicando chistes de gracia peculiar, pero con una manera de explicarlos que provocaba la carcajada en el espectador y en el mismo presentador.

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Quim Masferrer en 'El Foraster' en l'Estany (TV3)

Llorando de risa... Y llorando de emoción. La que conmovió a la audiencia cuando fue a la residencia del pueblo. Allí se encontró con Angelina, una señora entrañable de 87 años que ha dedicado toda su vida a cuidar los otros y a quien ahora cuidan en una residencia. El coronavirus, por suerte, no ha llamado a su puerta, y ella se mantenía firme y optimista todo y haberlas vivido de todos los colores. Las lágrimas difícilmente se podían contener cuando explica que ha habido trabajadoras del centro que cuando estalló la pandemia, decidieron encerrarse con ellas tres meses a cuidarlas. Es el caso de Dolors, la cocinera, que decidió dejar a su familia para confinarse con los residentes. Poco más se puede decir después de ver estas imágenes:

Y cuando todavía nos estábamos recuperando de eso, conocimos a Emma, la doctora, llegada de Barcelona hace unos años con su familia, que ha descubierto que ser médico en un pueblo es muy diferente de serlo en la ciudad. En L'Estany, sus pacientes son como su propia familia. Amigos, personas a quien quieres, que cuando mueren, vas al funeral, que cuando sufren sientes su sufrimiento como tuyo. Pero también las alegrías y el felicitarse por su día a día cuando se encuentran bien. Con ella fue a ver a una vecina de mucha edad. Y sólo ver cómo la trataba, Quim a duras penas pudo contener la emoción.

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Quim Masferrer en 'El Foraster' en l'Estany (TV3)

Y esperen porque esta temporada prometo más emociones, por ejemplo, con un programa especial hecho en confinamiento, con algunos de los vecinos más emblemáticos de anteriores ediciones. Celebramos el retorno de El Foraster. Cómo diría Masferrer, un moooolt boooon prograaaama. Y un programa necesario.