Violeta Mangriñán se dio a conocer en televisión hace más de una década en el programa de MYHYV de Emma García como tronista. Desde ese momento ha participado en otros realities de Telecinco como ‘Supervivientes’ donde conoció a Fabio, su actual pareja y el padre de sus hijos. Desde que se convirtió en madre decidió retirarse de la televisión, aún así continúa volcada en las redes sociales, donde ha amasado una gran cantidad de dinero y ha podido financiar su negocio. Ahora se ha convertido en una de las empresarias jóvenes más exitosas, una labor que combina con su faceta de madre.
La valenciana se siente muy agradecida a las redes sociales porque gracias a las colaboraciones que ha realizado con marcas de lujo ha podido labrarse una vida de éxito. La pareja de Fabio ha podido comprarse una vivienda y montar su primer negocio. Se trata de un negocio de té matcha.
Violeta Mangriñán factura 120.000 euros al mes con su negocio de té
La joven empezó por un solo local, aunque gracias al sorprendente éxito ha conseguido abrir un segundo establecimiento en Madrid. En sus redes sociales explicó que vende 500 bebidas al día. Aproximadamente estaría facturando unos 120.000 euros al mes solo en té, teniendo en cuenta que cada bebida tiene un precio de entre 4 y 5 euros. La cifra podría ser superior ya que en la tetería se venden otros productos, como bollería, y que los clientes suelen consumir para acompañar al té.
En un futuro no muy lejano, Violeta Magriñán estaría valorando la posibilidad de abrir un tercer local en Valencia. También podría estar interesada en vender este negocio, como ha dado a entender con su último movimiento: ha dado de alta una sociedad holding, VCGGTres SL.
Violeta está muy agradecida a Olga, su representante, no se ha separado de ella desde 2019, momento en que salió de ‘Supervivientes’. Allí empezó su nuevo rumbo. “Mi abuela siempre me decía: cualquier persona que tenga un poder sobre ti lo va a acabar ejerciendo; tienes que ser libre. Ese es el ejemplo con el que he crecido, de mujer en mujer, de generación en generación, y es lo que ahora quiero transmitir a mis dos hijas: que trabajen para forjar su propio camino”, relata Violeta.
La valenciana quería utilizar el éxito de las redes sociales para apostar por un negocio e invertir. Estaba segura de sí misma. “Hice de mi vicio mi negocio. Cuando empecé a generar ingresos que superaban lo que necesitaba para vivir, quise ir un paso más. No sé si es una virtud o un defecto, pero soy muy inquieta. Entonces pensé: ¿qué es aquello sin lo que no puedo vivir? El matcha. Y ahí empezó a cocinarse la idea”.
Ella tenía claro que se haría millonaria con un negocio de té matcha, tal y como le dijo a su padre, y lo ha conseguido, como se muestra en las cifras.
