El Real Madrid salió escaldado de Montilivi. Los de Xabi Alonso volvieron a jugar un partido lamentable, sin ideas, aburriendo a las ovejas, y solo fueron capaces de empatar a uno, y gracias, favorecidos por el enésimo penalty para el Real Madrid. El conjunto blanco volvió a jugar un partido flojísimo fuera de casa, y después de los tropiezos en el campo del Rayo, el Elche y el Liverpool en la Champions, los merengues volvieron a dejarse puntos como visitantes, y perdieron el liderato de la Liga en favor del Barça de Hansi Flick. Veremos qué pasa esta semana con dos partidazos que pueden marcar los próximos días: el Barça-Atlético de Madrid de este martes en el Camp Nou y el Athletic Club-Real Madrid de mañana miércoles en San Mamés.
Veremos qué hacen los Mbappé, Bellingham y compañía en 'La Catedral'. Y veremos también si Vinicius vuelve a hacer de Vinicius, es decir, vuelve a demostrar que es de los peores deportistas del mundo, de los que más falta el respeto a compañeros, rivales, árbitros y aficiones de los equipos contra los que juega. No hay partido donde al delantero brasileño no se le silbe desde el primer minuto. Se lo ha ganado a pulso. Es lo que tiene tener un comportamiento de chulopiscinas, de sobrado, menospreciando a todo el mundo y sacando la lengua y faltando el respeto a todo quisqui. No quieres caldo, pues dos tazas, que dicen. Si Vinicius tuviera respeto, no fuera tan teatral ni fuera faltando el respeto, otro gallo cantaría. En todos los campos donde juega le han cogido la matrícula y desde que el árbitro pita el inicio, no le perdonan una y suena música de viento cada vez que el brasileño toca la pelota. O, como pasó en el campo del Girona, cachondeándose de él haciendo como si fuera un niño pequeño llorando porque no le dejan hacer lo que quiere.
Un Vinicius que si fuera inteligente, cosa que parece un oxímoron, se dedicaría a hacer lo que sabe hacer muy bien, jugar a fútbol. Un Vinicius que si fuera una estrella de verdad, iría a los campos rivales, jugaría como sabe, y si se estuviera calladito y respetuoso, incluso le aplaudirían en algunos estadios al ser sustituido. Pero es superior a él. Le pueden las ganas de hacer el numerito y de faltar al respeto. Uno de sus highlights más repetido es un gesto que ya hemos perdido la cuenta de los campos donde lo ha hecho. Un gesto con los dedos con el que envía a las aficiones rivales a Segunda División, como creyéndose superior, como para humillar a los aficionados rivales... Cuando el único que queda retratado en su miseria es él:
Nuevamente, la red lo ha destrozado tras esta nueva falta de respeto: "pero este tío sabe que solo bajan 3 equipos? ha mandado a segunda a media liga", "Joder, como nos vayamos a segunda todos los equipos que ha dicho el Lloricius, se queda 3 equipos en primera", "¿Eso sale en el documental de Netflix?", "Noo, ha dicho: "nosotros segundos", "Y este petardo quería el balón de oro? Que le den el premio a lo barriobajero y a la mala educación", "Luego se pregunta porque le insultan", "Los 2 dedos de frente que tiene". El Balón de Playa haciendo amigos allá donde va.