Radiotelevisión española echaba una ojeada a uno de los concursos de cocina que más pasó desapercibido. Amazon Prime Video hace unos años estrenaba "Bake Off" un programa de repostería protagonizado por un casting de famosos, durante la primera temporada pudimos ver en celebrities como Chenoa, Soraya Arnelas o Yolanda Ramos. Pero ni los concursantes, ni el transcurso de los sucesos consiguieron realzar la audiencia del programa desde la plataforma en línea. Parece, pues, que la cadena de televisión pública quiso dar una segunda oportunidad al formato presentando una nueva edición desde La 1, esta vez, con unos fichajes más innovadores y algunos de ellos provenientes de Telecinco. Desde Alba Carrillo, hasta Rocío Carrasco, el equipo del programa se llevaba las estrellas de la cadena de entretenimiento a su casa. Y no les ha salido nada mal. Ninguno de los dos personajes del mundo rosa se ha llevado el primer premio, y mira por donde, esta es la gran polémica. El dúo de la Carrillo y la Carrasco llegaban sin tener demasiada maña con muchos postres, en cambio, la ganadora tenía todas las herramientas para triunfar.

Entre el casting de concursantes de esta segunda temporada, vemos rostros como Blas Cantó, Pablo Puyol, Patxi, Julio Iglesias Jr... sin embargo, sobre todo quien llamaba la atención entre los participantes fueron tres fichajes que dejaban de piedra a todo el mundo. Alba Carrillo, colaboradora de centenares de programas de Telecinco, Rocío Carrasco, la protagonista de la trama más suculenta de la crónica social y la estrella de Sálvame Terelu Campos que se incorporaba a la cadena pública como nueva colaboradora de la prensa rosa en Mañaneros. Se trataba de un concurso con el alma de superación, mejora y compañerismo, pero con estas tres bombas, no podía faltar carne de reality show. ¡Y cuánto de show! El trío ha sido uno de los más poderosos de la edición, aunque la Campos se despedía a mediados del programa, fue la hija de Rocío Jurado quien consiguió llegar a la final representando al gremio proveniente de Telecinco, se enfrentaba contra Blas Cantó y Ana Boyer, ante estos contrincantes estaba claro quien se llevaba la medalla.

El jurado profesional de reposteros decidía que la merecedora del premio era ni más ni menos que Ana Boyer, la hija de Isabel Presley. La socialité quizás no tiene buena suerte con el amor, pero todos sus matrimonios los ha conducido con mucha estima, cuando menos, ya podemos ver los resultados. Enrique Iglesias, cantante, Tamara Falcó, marquesa de Grinyó y ganadora de MasterChef Celebrity y ahora, además, Ana Boyer consigue la victoria del concurso de repostería. Podría montar un restaurante, pero bien, hay que no están tan de acuerdo con el talento innato del apellido Presley. Unos días después de emitirse la final del programa, Alba Carrillo ha metido el dedo en la llaga de esta victoria. Ella se quedaba a las puertas de la final, y dejaba su legado en manos de su íntima amiga Rocío Carrasco, quien estuvo a punto de saborear la victoria. Finalmente, no ganó el primer premio, y la colaboradora conoce el verdadero motivo de la derrota. Sin pelos a la lengua y con su esencia más pura destapaba el siguiente del programa.

"A mí me hubiera gustado que ganara Rocío Carrasco, pero es verdad que ella no tenía un profesor de 'Cordon Bleu' en su casa. Entonces, NO HA PODIDO SER" Un dardo envenenado que hunde totalmente la victoria de la hija pequeña de la Presley. Y es que las ventajas no son las mismas si al llegar a casa tienes un profesor que te ayuda a rectificar los errores que has cometido al programa y que, además, te enseña la receta de los nuevos retos que te encontrarás en la siguiente prueba. Seamos sinceros, Ana Boyer iba un paso por anticipado de todo el resto. El talento de su apellido no lo lleva en las venas, lo lleva en el monedero, el dinero consigue lo imaginable y contratar a un chef de postres es el mínimo que iba a hacer para ganar. Ahora, además, la hija más pequeña dará a luz a su tercer hijo, dicen que un bebé siempre llega con un pan bajo el brazo, y a ella le ha traído la victoria más dulce.

En la vida de Isabel Presley todo tiene que estar adornado, pero nada es verdad, siempre sabe meter la guinda final que adorna el pastel.