Sensación extraña con el Sense ficció de TV3 sobre el pederasta de los Maristas. Éxito de audiencia (12,4%) pero sensación que se podría haber hilado más fino. El protagonista habría abusado de veinte niños durante 30 años y está pendiente de ser juzgado por los cuatro delitos que no han prescrito. No sólo aceptó ser entrevistado para el documental sino que se arrodilló para pedir disculpas. El momento menos teatral, sin embargo, fue cuando a media grabación la hace parar porque le pasa por delante un niño de 12 años. El pederasta confeso dice "Viene un chico ahora... corta... pasa, pasa, hola campeón". Imposible no pensar en los menores de los que abusó. El presentador para la imagen, funde a negro y entra una voz en off y una música inquietante. 

Unos subrayados como hacía tiempo que no veíamos en TV3. La polémica está servida: no por entrevistar a un pederasta, que tiene interés periodístico, sino por el tratamiento que se le da. La red todavía está conmovida. Caras populares a quien el documental Shootball les remueve en un sentido crítico:

El último es el director del documental. Éxito de TV3 que se apunta un reportaje que cuenta con el visto bueno del padre que destapó el caso. Se notaba que no eran los profesionales de TV3 los que lo habían elaborado. Todo tenía un aire mucho menos sutil al que el 30 minuts nos tiene acostumbrados. TV3 se abre a nuevos estilos de reporterismo, pero quizás el caso de pederastia más importante destapado en Catalunya de los últimos años no era el más adecuado para externalizarse. Los experimentos con gaseosa. El pederasta se arrodilla. El director, no.

El mal cuerpo de ver al demonio hablando a cámara hizo que el programa más visto del día en Catalunya fuera El hormiguero. A la misma hora muchos espectadores prefirieron a Miguel Ángel Revilla hablando con unas hormigas de trapo: 12,6% y 360 mil catalanes enganchados al Port Aventura nocturno de Pablo Motos. Quien se despidió en alto fue Jordi Évole y su Bienvenidas al sur: 10,4% para el último capítulo de yayas catalanas y andaluzas conociéndose, una serie que ha ido de más en menos. En Barcelona fueron recibidas por la máxima autoridad del país entonces, Roger Torrent, y en Andalucía ha sido todo menos político. Habría estado bien que los políticos andaluces se sometieran al mismo tratamiento desenvuelto e implacable de las abuelas. La única política andaluza en activo que las recibió fue en Barcelona y se llama Inés Arrimadas.

Dos documentales necesarios pero con un tratamiento diferente. Habría estado bien cruzar las temáticas: que Colomer viajara con abuelas y que Évole entrevistara al pederasta.