Hoy que las noticias son blaugranas, la mayoría de las novedades del día pasan a un segundo plano. Muchos de los catalanes esperan el sonadísimo desfile del equipo culé, pero antes, durante la mañana, se han llevado la sorpresa de los cambios en los programas de TV3 por excelencia, los 'Telenotícies'. Ha habido baile de presentadores en todas partes: Migdia, Vespre, Cap de Setmana y, aquí, uno a uno, los hemos comentado todos. Realmente, cada vez que abrimos la cadena catalana por excelencia tenemos una cosa clara: que veremos auténticas estrellas del audiovisual. Todos los que han pasado por la pantalla han entrado en el panorama de celebridades catalanas, pero pocos hay tan carismáticos como Tomàs Molina.

Tomàs Molina / Instagram

El hombre del tiempo, en mayúsculas, ha sido el protagonista durante muchas generaciones de poner la voz a la previsión meteorológica catalana. Lluvia, nieve, viento... Cualquier tiempo feo, podía parecer menos gris si era él quien explicaba la última hora. Ahora, después de su paso a la política hace más de un año, el protagonista sigue trabajando en la cadena catalana, pero su sitio al 'Telenotícies vespre' lo llena excelentemente Gemma Puig. Sin embargo, parece que al presentador seguimos viéndolo en todas partes y, aparte de las redes del mismo 3Cat, siempre tiene entrevistas, apariciones en programas e historias en su perfil de Instagram. Realmente, en los últimos días lo hemos escuchado hablando de todo más allá del  tiempo, y, hoy, ha sorprendido en una entrevista al lado de Eli Aloy, hablando de Badalona y algunas anécdotas de pequeño.

Tomàs Molina y Toni Cruanyes al 'Telediario' / Instagram

La escena es fantástica, porque con la playa de fondo, el presentador toca la fibra hablando de algunos momentos de la infancia: "En toda mi vida me he movido dos calles. A mí esta cosa de ser de barrio, es una cosa que me encanta... Cuando yo era pequeño en Badalona, por ejemplo, mi calle no estaba asfaltada y yo jugaba al 'guà', que es hacer un agujero en el suelo y, con las balas, que llamaban canicas, tirábamos y entonces ibas diciendo: 'Guà, pie bueno, chiva, rechiva'... Después ya asfaltaron las calles, pero cuando pasaba un coche era como...". Tomàs Molina hace gestos con los brazos y explica el paisaje: "Todo esto de aquí era un desastre. Yo venía a la playa algunas veces y cuando salías de la playa, salías con petróleo enganchado, porque este puente del petróleo, en realidad, era el puente del petróleo con un petrolero que yo lo había visto al petrolero".

La otra protagonista, fantástica, le pregunta sobre su inicio a los medios y, nostálgico, el presentador responde: "Nosotros éramos un grupo muy activo de la Parroquia de Sant Josep de Badalona, éramos un grupo de recreo. Queríamos hacer un viaje a los Alpes y necesitábamos dinero, y empezamos a hacer cosas random... Empezar a hacer como un grupo de animación infantil, que cantábamos y también ganábamos dinero". Molina se confiesa: "Éramos ricos y todo eh... Por cada 'bolo' ganaba, yo, 10.000 pesetas en aquella época... Eso después me sirvió mucho para ser hombre del tiempo". La conversación es una joya porque se puede descubrir los inicios inéditos del presentador de TV3. De Badalona, jugando a canicas y cobrando por tocar en un grupo de animación infantil, quién le hubiera dicho cuando era pequeño que sería una estrella de la televisión.