Terelu Campos ha vuelto de Supervivientes no solo bronceada y con 50.000 euros semanales en el bolsillo, sino también con un plan maestro bajo el brazo que ha puesto de los nervios a más de uno en los despachos de Mediaset. La hija de María Teresa Campos ha conseguido firmar un contrato blindado con la productora Cuarzo que no solo garantiza su regreso a la televisión, sino que revive una polémica cláusula con olor a pasado y favoritismo.
Y es que, según fuentes internas del canal, Terelu exigió que su nuevo acuerdo incluyera la participación de su hija Alejandra Rubio y su yerno, el actor Carlo Costanzia, emulando la famosa maniobra que María Teresa usaba para asegurarle pantalla a su hija. La historia se repite, aunque ahora con una nueva generación lista para tomar el relevo del trono mediático. La productora Cuarzo habría aceptado la exigencia sin demasiado margen de negociación. Según desveló el colaborador Kiko Hernández en el programa Tentáculos, el regreso de Terelu no será efímero. “Este verano va a presentar en Telecinco y, además, a partir de septiembre tendrá programa propio", anunció, dejando entrever que el clan Campos ha conseguido reabrir las puertas del prime time, aunque esta vez de la mano de los "nuevos herederos".
Alejandra y Carlo, fichajes polémicos del nuevo formato
La inclusión de Alejandra y Carlo en el nuevo formato no es casualidad. El contrato estipula su participación como colaboradores fijos, con secciones diseñadas especialmente para ellos. Lo que a primera vista parece una apuesta por las nuevas generaciones, para muchos se traduce en un escandaloso acto de nepotismo televisivo, cada vez más criticado por una audiencia que exige meritocracia.
Con apenas experiencia profesional y una carrera cimentada más en titulares que en formación, Alejandra Rubio ha conseguido lo que muchos aspirantes sueñan y pocos logran: un puesto fijo en televisión sin pasar por castings ni pruebas. Gracias a la cláusula de Terelu, la influencer tendrá un nuevo trabajo en septiembre como tertuliana, marcando un nuevo capítulo en la familia Campos. Pero la gran sorpresa es su pareja, Carlo Costanzia. Pese a su historial de escándalos, detenciones y proyectos fallidos, el joven ha sido "apadrinado" por la familia y tendrá silla propia en el plató del nuevo programa de su suegra.
María Teresa Campos: el legado del enchufe televisivo
No es la primera vez que un miembro del clan Campos se ve beneficiado por un contrato con condiciones especiales. Durante años, María Teresa Campos impuso como cláusula innegociable la presencia de su hija Terelu en cualquier proyecto que liderara. “A Terelu Campos se le llamaba ‘la cláusula’, porque decían que en cualquier contrato de la madre había una cláusula donde se incluía que Terelu tenía que participar de alguna manera copresentando”, reveló Kiko Matamoros en ‘Ni que fuéramos Shhh’.
Ahora, Terelu retoma la fórmula y la adapta a sus intereses. Y aunque la jugada pueda garantizar minutos de pantalla para su familia, también podría pasar factura si el público no acepta esta nueva imposición familiar como parte del entretenimiento. Porque, en el fondo, la gran pregunta sigue siendo la misma: ¿hasta cuándo podrá la televisión soportar los caprichos heredados de un apellido sin pagar el precio de la credibilidad? El tiempo, y los datos de audiencia, dirán si esta operación "Campos Reloaded" es un éxito... o el principio del fin.