La reciente visita de Penélope Cruz al plató de 'El Hormiguero', para promocionar su última película 'Ferrari', ha reavivado el interés por los acontecimientos más recientes de su vida privada. Entre ellos, se destaca la situación de su matrimonio con Javier Bardem, una pareja que durante catorce años ha sido un referente de estabilidad y complicidad en la esfera pública española.
El romance entre Bardem y Cruz comenzó en los albores de los años noventa, durante el rodaje de la película 'Jamón, jamón', dirigida por Bigas Luna. Este encuentro marcó el inicio de una relación que ha resistido el paso del tiempo y que ha dado frutos en forma de una hermosa familia, con sus hijos Leo y Luna. La película no solo los unió como pareja, sino que también influyó en la elección del nombre de su hija, un gesto que evidencia la importancia de aquel momento en sus vidas.
Sin embargo, a pesar de la aparente solidez de su relación, recientemente han surgido rumores sobre una crisis matrimonial que ha captado la atención de los medios. En este contexto, una tercera persona ha irrumpido en la vida de la pareja, desestabilizando la armonía que parecía reinar entre ellos.
La tercera persona que desató el caos
Este agente externo es Joaquín Torres, un reconocido arquitecto que anteriormente colaboraba en el programa 'Espejo Público'. La controversia se desató cuando Torres reveló detalles sobre un proyecto en el que había trabajado para Bardem y Cruz: una villa prefabricada en San Agustín de Guadalix, en la sierra de Madrid, en la urbanización de Valdelagua. Sus comentarios no solo provocaron la indignación de la pareja, sino que también pusieron de manifiesto tensiones previas en su relación profesional. El arquitecto declaró: "He recibido esta semana un burofax de Penélope Cruz y Javier Bardem. ¿Yo qué he dicho que sea ofensivo? Tengo un contrato de confidencialidad con mis clientes, que aunque no lo tuviera no hablaría de la casa de mis clientes. Me dice que me abstenga de hablar de ellos. No cuento nada porque son muy discretos”.
Sin embargo, el momento verdaderamente preocupante surgió cuando Torres comenzó a cuestionar a los actores: “No es que fueran exigentes, porque exigentes son todos los clientes. Ellos me responsabilizaban a mí de lo que salía en la prensa de ellos: de chivar".
Las revelaciones de Joaquín Torres sobre la desconfianza de Bardem y Cruz
Según Torres, su relación con los actores se vio afectada por la desconfianza de estos hacia él, especialmente en lo que respecta a la filtración de información personal a los medios. "La relación fue muy dura cuando hicimos la casa. Ya expliqué que renuncié porque ellos tenían dudas sobre la filtración de la información de su propia vida personal y cuando un cliente no confía en ti...Penélope me pidió por favor terminar, o sea, termínanos hasta por lo menos que esté acabada toda la casa y la decoración la dejamos al margen y dije 'de acuerdo'", explicó.
La situación revela una faceta menos conocida de la vida de las celebridades: la dificultad de mantener la privacidad y la confidencialidad en un mundo donde la atención constante de los medios de comunicación puede poner en peligro la seguridad y la intimidad de las personas.