Ya ha pasado un mes desde que Tamara Falcó e Íñigo Onieva se unieron en matrimonio. Una relación y un enlace que ha generado multitud de noticias. Parecía que un ser superior estaba enviando señales a la marquesa para que no se casase con el empresario, quien ya la engañó en una ocasión con otra mujer. La hija de Isabel Preysler cree que ha encontrado al amor de su vida y al padre de sus futuros hijos. Por ahora, están disfrutando de su interminable luna de miel, pero a su regreso a Madrid se pondrán manos a la obra con una de sus mayores ilusiones.

Todos los medios de comunicación están siguiendo paso a paso su día a día en la luna de miel por Sudáfrica. Son ellos mismos los que comparten el contenido de sus aventuras. Se les ve muy enamorados y disfrutando de su interminable viaje. Recientemente han disfrutado de la experiencia en un safari, concretamente en la reserva Sabi Sabi, ubicada al lado del parque Kruger.

Íñigo y Tamara en un safari
Íñigo y Tamara en un safari

La red social de Tamara se llena de fotografías y vídeos de este viaje, pero también ha decidido explicar cómo está siendo esta experiencia y dar algunos consejos a sus seguidores que tengan pensado viajar al continente africano. En el vídeo la marquesa aparece con una camiseta blanca y unas mallas negras, y al final del mismo se puede escuchar a la joven regañar a su marido por grabarla con estas pintas. "Cuando hago el videoblog, de mallas. Cuando me pides que me case contigo, con mallas", comenta la hija de Preysler. 

Un nuevo contratiempo en el viaje de Tamara Falcó 

En este romántico viaje, Tamara e Íñigo también están pasando alguna que otra calamidad, aunque disfruten del viaje a todo lujo. La colaboradora ha recomendado a sus seguidores que se lleven ropa de abrigo porque hace bastante frío.

Por otro lado, los primeros días del matrimonio fueron bien distintos, ya que apenas salieron de la habitación del hotel, y es que sufrieron lo que se conoce como la diarrea del viajero. Muy común en este tipo de países con la reacción de las vacunas, la calidad del agua o la comida. Tal y como explicó la Boticaria García, es una enfermedad generalmente leve que está provocada por “alimentos o agua contaminada”. Y, es que, "la bacteria escherichia coli, que llega al intestino por agua residuales, es la responsable de la mayor parte de las diarreas de viajero", explica la experta, que aclara cuáles son sus síntomas y cómo diferenciarla de una diarrea normal: "Se tienen 4 deposiciones sueltas en un periodo de 24 horas o 3 en 8 horas”. Puede ser peor y es que a veces estas diarreas vienen acompañadas por “náuseas, retortijones y dolor en la defecación”.