El lanzamiento reciente del álbum "Las mujeres ya no lloran" de Shakira no solo marca un punto culminante en su carrera, sino que también despliega un retrato íntimo de sus experiencias personales. La multifacética artista colombiana ha transformado sus vivencias y emociones en este proyecto, destacando especialmente su relación con Gerard Piqué y las complejidades familiares que la acompañan.

La anunciada separación en junio de 2022 entre Shakira y Piqué marcó el fin de una unión que había perdurado por más de una década. Para Shakira, este suceso representó un impacto emocional profundo, ya que siempre había concebido un futuro junto al exfutbolista y padre de sus hijos. Sin embargo, lejos de dejarse abrumar por la desesperación, Shakira ha canalizado su dolor hacia una expresión creativa, convirtiendo su vivencia en el tema central de varias de las canciones de este nuevo álbum.

En sus declaraciones más recientes, Shakira se ha referido a Piqué como "Voldemort", evidenciando así la intensidad de sus sentimientos negativos hacia él. Este apodo, inspirado en el famoso antagonista de la saga Harry Potter, revela el profundo resentimiento que Shakira alberga hacia su expareja. Pero lo que ha captado aún más la atención es la actitud de Shakira hacia Clara Chía, la joven que ahora ocupa el lugar que una vez fue suyo en la vida de Piqué.

Shakira no pasa página, alimenta los celos con comparaciones

Desde el inicio, Shakira ha manifestado abiertamente su desaprobación y celos hacia la joven catalana, a quien percibe como responsable de la ruptura de su relación con Gerard Piqué y como una amenaza para su posición como madre de sus hijos en común. La cantante colombiana, conocida por éxitos como "Hips Don't Lie", incluso compara constantemente su apariencia con la de Chía, buscando validación de sus hijos sobre quién es más atractiva, alimentando así sus inseguridades tras sentirse "reemplazada" por alguien más joven. Esta situación ha llevado a la cantante a experimentar intensos celos ante la presencia de Chía en la vida de Piqué, sin poder superar la situación y dejando en evidencia su conflicto emocional.

La batalla legal: Shakira contra Chía

Por ello, Shakira ha dejado claro su firme determinación de evitar que Chía influya en la vida de sus hijos, haciendo uso decidido de las cláusulas del acuerdo de custodia para mantener a los pequeños alejados de ella durante el tiempo que pasan con su padre. No contenta con eso, la artista de Barranquilla tampoco ha reprimido sus sentimientos hacia Chía en presencia de Milan y Sasha, compartiendo sin reservas su opinión negativa sobre ella.

Este enfoque sugiere que la relación entre las dos mujeres no está destinada a mejorar en el futuro cercano, lo que podría impactar no solo en la percepción de los niños sobre Clara, sino también en su vínculo con su padre. En última instancia, la obsesión de Shakira por Clara Chía revela sus temores e inseguridades personales. Su dificultad para aceptar la realidad de su separación y su afán por controlar la situación han desencadenado una espiral de celos y resentimiento que podría absorberla por completo.