Hace poco, Sandra Barneda celebró su cumpleaños. No fue un cumpleaños cualquiera, sino uno muy simbólico. Y es que la presentadora catalana acaba de llegar al medio siglo. Barneda ha soplado 50 velas rodeada de la gente que ama, con una celebración comme il faut y el consiguiente pastel: "Soplar velas no es solo un gesto para apagar la llama; es un acto de renacimiento. Cada vela encendida representa el fuego de un año vivido: los días que dolieron, los que hicieron reír, los que enseñaron sin avisar. Y cuando soplamos, no extinguimos la luz, la transformamos. En ese soplo se va lo que ya no necesitamos, y queda el deseo —esa chispa íntima que pide seguir. Soplar velas es decirle al universo: 'Gracias por traerme hasta aquí, pero aún tengo caminos por andar'. Es un instante de magia donde el aire que sale de dentro se mezcla con el fuego que arde fuera, y juntos crean futuro. Bienvenidos 50".
Los celebró el pasado 4 de octubre, igual que otro comunicador catalán muy reconocido, Josep Cuní. Pero unos días después, tras la alegría de aquel momento y de poner un 5 delante, Barneda y el resto de compañeros de Supervivientes All Stars han vivido un momento durísimo con la muerte de una integrante del equipo. “Hoy lo mínimo que podemos hacer es dedicarle este programa a ella, a su eterna sonrisa y a su familia, que también trabaja aquí con nosotros”, decía Laura Madrueño desde la isla instantes después de que su compañera Sandra Barneda le diera paso desde Madrid.
Las bonitas palabras de Laura Madrueño tras la pérdida de una compañera del equipo 😢
— Supervivientes All Stars (@Supervivientes) October 12, 2025
¡Fuerte abrazo para la familia!
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La vida, desgraciadamente es eso, toparse de vez en cuando con momentos tristes e impactantes de la gente que está a tu alrededor. Pero la vida también es la otra cara de la moneda, encontrar en las pequeñas cosas, en los momentos más sentidos, la razón de ser. Por eso, cuando la gente que nos rodea nos emociona, cuando la gente que queremos piensa en nosotros y tiene un gesto dedicado especialmente a despertarnos una sonrisa y hacernos brillar los ojos, se deben abrazar estos momentos. Y Barneda acaba de vivir una situación que la ha hecho estar así y sentirse la mujer más afortunada del mundo. Un momento que le ha proporcionado su hermana Yolanda. Y eso que para disfrutarlo, le vendaron los ojos.

Una imagen que llama mucho la atención, como ella dice, "El regalo mas bonito que me pudo dar mi hermana: un baño de amor. Te lo recomiendo". Y es que más allá de vendarle los ojos, "mi hermana me preparó un regalo maravilloso, que es una dosis de amor conjunta". Así, tanto la hermana como el resto, iban desfilando: "Te quiero muchísimo Sandra", y la abrazaban. "La gente se acercó, pasando distintas personas. Es duro para el alma. Enseñarme que la vulnerabilidad reside en la fortaleza. Explosión de sentidos, cosas preciosas".