Durante años, Sergi Arola fue uno de los nombres más destacados de la gastronomía española. Aunque su popularidad no alcanzó los niveles de Jordi Cruz o Ferran Adrià, su talento lo llevó a obtener dos estrellas Michelin, un logro que lo posicionó entre los grandes. Sin embargo, el mismo universo que lo elevó terminó dándole la espalda, hasta el punto de verlo fuera del país, sumido en deudas que rondaban los 7 millones de euros.
La carrera de Arola no solo fue brillante, sino meteórica. Su estilo rompedor, su creatividad en los platos y su presencia mediática lo convirtieron en una figura a seguir. Pero en los fogones del éxito también se cuecen los fracasos empresariales. Su restaurante en Madrid, pese al prestigio, no resistió las presiones fiscales, y con el tiempo, sus problemas económicos escalaron hasta alcanzar una deuda multimillonaria.

Sergi Arola se fue a Chile a buscarse la vida
Lejos de rendirse, Arola decidió hacer las maletas. Chile fue el país que le dio una nueva oportunidad. Allí, el chef no solo reconstruyó su vida, sino que renació profesionalmente. Su participación en programas como ‘MasterChef Chile’, ‘El discípulo del chef’ y ‘Parrilleros Space’ lo devolvió al foco público. Esta vez, como una estrella en Latinoamérica, lejos de los titulares fiscales que lo perseguían en España.
Pero Arola no se limitó al plató. Abrió su restaurante Lola by Arola, especializado en tapas españolas: desde croquetas hasta pulpo a la gallega, pasando por el infaltable pan con tomate. El local se convirtió en un refugio para los nostálgicos de la cocina española y en un ejemplo de cómo adaptarse a un nuevo mercado sin renunciar a las raíces.

En 2021 debía casi un millón de euros a Hacienda
Su expansión continuó en México, donde fue fichado como asesor culinario del restaurante “Orfebre Cocina Artesana”, ubicado en el exclusivo JW Marriott Monterrey Valle. Con esa colaboración, consolidó su reputación como un chef internacional con visión empresarial. Y en lo financiero, logró ir solucionando sus problemas, aunque en 2021 volvió a ser señalado por Hacienda con una deuda activa de 985.000 euros.
Hoy, mientras participa en programas como ‘Top Chef VIP Chile’ o ‘Manos Arriba’, Arola demuestra que incluso tras el colapso, se puede volver a empezar. Del lujo a la bancarrota, y de allí al renacimiento, su historia es prueba de que nunca es tarde para reinventarse.
A nivel personal, su historia también encontró un nuevo rumbo. En 2019, conoció a la enfermera Francisca Laree, con quien se casó en 2020. Su vida en Latinoamérica, tanto en lo íntimo como en lo profesional, parece haberle ofrecido la estabilidad que España le negó.