Rosalia interesa. Siempre. Haga lo que haga, diga lo que diga, coma lo que coma: es la artista catalana más famosa del planeta, con millones de seguidores por todo el mundo. Cada detalle de su vida es analizado, compartido y celebrado por una multitud, ávidos de novedades de su ídola. Y una de las grandes cuestiones de su intimidad es saber de sus compañías. Es público y conocido que su círculo de amistades incluye a grandes celebrities americanas; que a pesar de la persecución del paparazzis nadie puede asegurar si tiene pareja o está enamorada; o que la familia es el eje principal de su existencia. Pero hay otros elementos que quizás pasan más desapercibidos: por ejemplo, que tiene un mejor amigo muy pequeño, simpático y agradecido. Un perro Chihuahua que ya enseñó fugazmente en 2020, y que ha vuelto a asomar la cabeza.

Rosalia chihuahua 2019 @rosalia.vt

Rosalia besa chihuahua @rosalia.vt

Rosalia y su Chihuahua en 2020 / @rosalia.vt

La catalana y su mascota no se prodigan demasiado en redes sociales. De hecho, es una rareza absoluta verlos juntos en Instagram. Lo hicieron durante una visita a Cornellà de Llobregat protagonizando una escena que escandalizó a muchos seguidores: daba besos en el hocico al animal. Lo consideraban antihigiénico: da la impresión que no tienen ni idea la relación de muchos humanos con sus perros, la verdad. Y la cantante los quiere con pasión. Sea como sea, no habíamos vuelto a tener noticias del 'Chihualía', como le llaman sus seguidores, hasta este mismo mes de junio. Lo ha hecho a raíz del regalo de lujo que ha recibido la artista, y que ha cedido a su mascota: un bolso de mano de marca que le servirá de medio de transporte, de camita y cobijo. El cánido está encantado con el estreno, y Rosalia feliz viéndolo tan pancho. Esta es la imagen.

Rosalia chihuahua @rosalia.vt

El perro de Rosalia estrenando un bolso de marca / @rosalia.vt

Rosalia saluda coche EP

Rosalia saludando / EP

La expresión "vida de perros" tiene un significado muy equivocado. Que le pregunten al Chihuahua, seguro que no está de acuerdo. ¡Envidia!