A sus 46 años, Risto Mejide se encuentra en la parte más prolífica de su carrera. Desde que hace quince años lo vimos por primera vez en la tele, cantándoles las 40 a los triunfitos, con su (entonces) melena larga y sus (todavía) gafas oscuras, el publicista y presentador no para. Presenta cada tarde Todo es mentira en Cuatro, hace de jurado en Got talent en Telecinco, sin olvidar el Chester, en fase de preparación de nueva temporada, y un programa "bomba" en el que está trabajando y del que todavía no suelta palabra. ¿Quieren más? Pues ha sacado horas de no se sabe dónde para escribir su décimo libro, una novela, El chisme.

IG risto libro

En ella, un hombre que va a un programa, y a quién le ponen el chisme del título, el pinganillo que llevan muchos en la tele recibiendo órdenes de dirección o realización, cuando sale, se lo deja puesto y empieza a actuar, hacer y decir todo lo que le dicen desde dentro de la oreja y pasa a convertirse en alguien exitoso a quien sonríe la suerte. Pero todo lo que dice Risto no viene de ningún pinganillo. A pesar de usarlo, ha demostrado sobradamente que no se muerde la lengua y que a menudo pone nerviosos a los unos y a los otros cuando verbaliza su indignación o su sarcasmo.

Risto Mejide, Telecinco

Risto Mejide (Telecinco)

El portal Nius le ha entrevistado con motivo de la publicación del libro y, evidentemente, Mejide no ha rehuido cuestiones de todo tipo, también, sobre política. A menudo se le ha acusado de una cosa o de la otra, de ser de un color o del otro, pero él nunca ha verbalizado tener el carné de ningún partido en la boca por el hecho de hacer un trabajo u otro. Amigos y enemigos, siempre ha tenido. Ser una cara tan pública y ser como es, comporta en el cargo enemistades y tiranteces con según quien. Políticos de diferentes corrientes le tienen entre ceja y ceja y el medio ha querido poner encima de la mesa un nombre: "¿Qué té pasa con Isabel Díaz Ayuso? Dices que os veta en el Zendal... ¿Por qué estáis enfadados con ella?". Risto responde: "Hay que preguntarle a ella, a nosotros no nos pasa nada con nadie. Es un programa que se dedica a cuestionar, a incomodar y a poner en evidencia a nuestra clase política. Hay políticos que entran en nuestro programa, como Ángel Garrido, que entró en directo con todo el follón que había. Y luego otros que deciden vetarnos en sus eventos. Habría que preguntarles a ellos".

risto mejide cuatro

Risto Mejide (Cuatro)

A quien siguen preguntándole es a él, recordándole que alguna vez ha dicho en voz alta que está harto de polarizaciones, "o eres podemita o eres facha". Uno de los secretos mejor guardados es qué ponía en las papeletas de Risto cuando ha ido a votar a las urnas. El medio quiere saber si el presentador catalán es de derechas o de izquierdas y aunque no dice ninguna sigla de partido, Risto se queja de los unos y de los otros, cosa que está legitimado a hacer, porque les ha votado. Fíjense en la foto de portada: mano izquierda y mano derecha... ¿Y él?:  "Cuando he votado a la izquierda, sabía que me iba a decepcionar, y cuando he votado a la derecha, sabía que me iba a arrepentir".  Izquierda, derecha... falta el centro, si es que eso existe...: "El centro, que se supone que es Ciudadanos, ¿también te ha decepcionado?", le preguntan. "Tú lo has dicho, 'se supone'. Estoy decepcionado con todos, incluso con los que se apropian de la decepción".

risto gafas llevada|traída

Risto Mejide (@ristomejide)

Risto cree en la política, pero no en los políticos actuales. ¿Botón rojo de veto? Ni soñarlo: "Porque eso significa querer que pare la actuación. Yo creo en la política pero no en los políticos. Es como quien cree en Dios pero no en la Iglesia. La política es más necesaria que nunca. Pero la clase política que nos ha tocado vivir es de muy bajo nivel". Y concluye: "A mí me sigue enfadando que me tomen el pelo. Al final, la hipocresía, la mentira, cuando ocultan la verdad. Esta semana lo hemos visto con todo lo ocurrido en Madrid. La realidad es que alguien te está mintiendo. Llegar a la verdad cada vez es más difícil"... Ya lo dice él cada tarde: Todo es mentira.