Hace años que no ocupa las portadas de las revistas del corazón, pero tampoco las necesita. Ella siempre "se lo ha sabido montar". Es lo que aseguran de Gema Ruiz, la exmujer del exministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos en un artículo firmado por el periodista Luis Fernando Romo en Jaleos. Aquella historia de amor entre el poderoso político del gabinete Aznar y la joven estudiante de derecho, con una diferencia de edad de casi tres décadas pero de niveles de ambición similares, ocupó muchas horas del cotilleo patrio, especialmente con su divorcio en 2003. Una separación que explicó a través de detalladas exclusivas, abriéndole de par en par las puertas de la cabecera del corazón más poderosa (y especialmente, de su familia): La revista ¡Hola!, donde trabaja actualmente como operadora telefónica con un sueldo de lujo, según el diario: 3000 euros por contestar llamadas con un "Revista ¡Hola!, ¿dígame?".

Yema Ruiz Francisco Álvarez Cascos La Voz de Galicia

La Voz de Galicia

El texto explica la amistad de Ruiz y su ex marido con la familia Sánchez Junco, fundadora y propietaria de la famosa revista, y los beneficios que ésta le ha otorgado durante los últimos 15 años. Fines de semana de monterias, cacerías africanas ("fletaban un avión privado con destino a algún país africano para capturar a alguno de los cinco grandes: el elefante, el león, el búfalo cafre, el leopardo y el rinoceronte negro"). Un ritmo de vida digno de una reina, que a pesar de la separación de Álvarez Cascos (hoy en día está casada con otro político del PP, Juan Díaz, alcalde de una pequeña localidad de Ávila), ha podido mantener gracias a su trabajo como telefonista. Telefonista celebrity, para ser más exacto, y que según el periodista, tampoco quita el sueño a Ruiz: Cumple su horario (4-5 horas al día) en función de su agenda social y "del número de saraos. Si le invitaban a una fiesta decía que se iba antes y que le mandaran un fotógrafo".

Gema Ruiz Juan Díaz Alonso GTRES

GTres

El artículo sigue hurgando en torno al esfuerzo de Ruiz en su puesto de trabajo, asegurando que muchos periodistas de la revista sufrieron sus prácticas. Demoledor: "El lujo, el oropel y las alfombras rojas siempre han estado por encima del trabajo de los profesionales que a veces llamaban los días de cierre para enviar un reportaje urgente y nadie atendía el teléfono". La carta de recomendación es excepcional, pero a ella no le preocupa perder el trabajo. Ya tiene el sueldo "nescafé". Mejor dicho, el sueldo ¡Hola!.