El eterno capitán del Real Madrid, Raúl González Blanco, atravesó en 2016 uno de los momentos más delicados de su vida. A sus 48 años, el que fuera ídolo del fútbol español pasó de levantar trofeos en el Santiago Bernabéu a defenderse en los tribunales. Su imperio económico, amasado tras dos décadas de carrera deportiva, se desmoronó entre deudas, sociedades vaciadas y acusaciones de alzamiento de bienes.
Ahora, tras dejar el banquillo del Castilla, donde estuvo seis años, Raúl se encuentra en una etapa de "descompresión". A diferencia de Zidane, Solari y Xabi Alonso, no recibió la oportunidad de dirigir el primer equipo del Real Madrid, por lo que se tomará un año sabático. Sin embargo, antes de embarcarse en su primera experiencia lejos de Valdebebas, busca un proyecto que le llene tanto personal como profesionalmente. Para reflexionar sobre su futuro, se ha trasladado a la casa que él y Mamen Sanz compraron en Sant Lluís, Menorca, en 2007. Un escape idílico donde presume de una vivienda rodeada de naturaleza… y hasta de un antiguo pajar.
La finca de Sant Lluís: el refugio menorquín del exfutbolista
Lejos del bullicio de Madrid y de los tribunales, Raúl se aferra a su retiro en Menorca. Su finca, conocida como Rafaletó, es una joya arquitectónica y natural. La parcela abarca más de 17 hectáreas, con una vivienda principal de casi 500 metros cuadrados. Cuenta con garaje de 60 metros, piscina, terrazas y zona de barbacoa, además de edificaciones tradicionales, como un pajar rehabilitado que aporta un aire rústico a la mansión.
Esta propiedad, adquirida hace más de 18 años, simboliza la cara amable de un patrimonio hoy amenazado. Para muchos vecinos de Sant Lluís, la presencia del excapitán merengue ha pasado inadvertida, pues el matrimonio ha mantenido un perfil bajo en la isla. Sin embargo, la finca no deja de ser uno de los rincones más llamativos de la propiedad inmobiliaria de los González-Sanz, que podría convertirse en moneda de cambio si la justicia exige liquidar más bienes.
La faceta familiar de Raúl: deporte, rutina y la vida fuera del balón
Ahora bien, en una reciente aparición en el podcast ‘Con Mucho De’, presentado por Alba Lago y producido por NDL Pro-Health, Raúl intentó cambiar el foco de la conversación. No habló de su futuro profesional, ni de por qué el Real Madrid le dio la espalda. No, el ídolo se centró en su vida familiar y en cómo el deporte sigue siendo el motor de su existencia. Habló de sus hijos, de cómo todos han heredado su pasión por el ejercicio físico, del golf, del pádel y de su rutina de entrenamiento.
“Sí, sí, han salido todos, todos deportistas. Todos hacen deporte, unos de una forma, otra de otra, pero la verdad que, bueno, hay dos que siguen jugando al fútbol, ahora otros les ha dado más por el golf y, bueno, y a mí pues pádel, golf, gimnasio, correr… he tenido diferentes etapas desde que dejé de jugar”, explicó el exdelantero. También explicó su rutina diaria en este periodo y cómo distribuye su actividad física a lo largo de la semana. “Intento jugar al pádel una vez a la semana o dos. Ahora estoy jugando un poquito más al golf”, confesó. Además, puede que entre sus pasatiempos figure la natación o incluso “encontrar una aguja en un pajar”… ¿quién sabe?