Raquel Sánchez Silva ha vuelto a blindarse entre las cuatro paredes de su casa con sus hijos y su marido. La presentadora lleva casi una década soportando todo tipo de insultos por el fallecimiento de Mario Biondo. El cuerpo del cámara se encontró sin vida en la casa que ambos compartían en Madrid. Fue un duro golpe para Silva, quien nunca pudo superar esta dura muerte, aunque los padres del joven nunca la han dejado. Y es que siempre ha estado en el foco mediático porque los progenitores de Mario nunca le han dejado descansar. Continúa pensando que hay cabos sueltos y que realmente su hijo no se suicidó porque era feliz.

La semana pasada se hizo público el documental de Netflix sobre la muerte de Mario Biondo, y entre otros tiene como protagonista a Raquel Sánchez Silva. Lluís Duque, un reputado criminalista forense en España, se ha puesto en el foco mediático por sus acusaciones. Según él, el nuevo producto de la plataforma en streaming es un intento de limpiar la imagen de la presentadora, lo mismo que piensan los padres del fallecido.

Lluís Duque desmiente algunos puntos del documental. Por ejemplo, Mario Biondo no consumía drogas. "No, rotundamente. La sustancia va a la sangre y después a la orina. En criminalística, el análisis de cabello es vital, porque nos da el tiempo de consumo también. El volumen que había en el caso de Mario era insignificante, según los informes".

Acusan a Netflix de blanquear la imagen de Raquel Sánchez Silva 

También desmiente al doctor Paolo Procaccianti en su informe de autopsia. "Yo no soy un descerebrado que va diciendo cosas por ahí. Yo he mostrado las fotografías del cuerpo de Mario Biondo a muchos colegas y no tienen ninguna duda: el surco continuo que hay en la parte posterior del cuello de Mario Biondo es un surco de estrangulación. Es un surco compresivo donde ha quedado comprimida la grasa subcutánea como consecuencia de la fuerza que se ha ejercido sobre la piel. Es una ahorcadura a mano y le entrelazan el cable, porque tiene tres marcas en un lado. La productora, como mucha otra gente, tiene esas fotografías, pero no las han emitido”.

El experto insiste: "Esas marcas son incompatibles con la pashmina por la propia naturaleza del tejido de la pashmina. Hay que tener presente, y sería otro de los indicios, que la marca de compresión del cuello está por debajo del hueso hioides cuando en los ahorcados, estén suspendidos o tocando el suelo y sea cual sea el útil empleado (cable, pashmina...), está por encima del hueso hioides. En el caso de Mario estaba por debajo o justo en la compresión de la nuez. Esto es incompatible con un ahorcamiento. Aquí nadie le levantó el pelo para observar el surco continuo en la parte posterior del cuello, algo clave en la investigación italiana".