Pilarín Bayés es una de las personas más queridas de Catalunya. No tenemos ninguna duda, si tuviéramos que hacer una lista sobre las celebridades catalanas con menos haters del territorio, el nombre de Pilarín sobresaldría, porque todo el mundo que la conoce la quiere, la idolatra o siente ternura cuando la ve. Sus dibujos han llegado a todas partes y, ahora, es prácticamente imposible encontrar a alguien que no se haya deleitado con alguna de sus obras. La dibujante, con el arte, ha encontrado su pasión y le ha dedicado tantas horas que ha creado un estilo propio. Con 84 años, su agenda debe dar vértigo de ver y, ya lo ha asegurado en más de una ocasión, hasta que su calidad dibujante no decaiga, la protagonista continuará en la élite.

La protagonista se ha convertido en una de las personas de referencia para todos los catalanes, porque es simpática, sabia y feliz. Con su sonrisa de bandera, Pilarín Bayés conquista a todos sus seguidores de las redes y a menudo nos muestra su frenética actualidad. Desde entrevistas en la televisión hasta apariciones estelares en una discoteca lejos de Catalunya, la dibujante puede aparecer en todas partes. Eso sí, dentro de la plenitud de su agenda, Pilarín siempre encuentra algún momento libre por hacer uno de sus planes favoritos: las comidas familiares. No es la primera vez que la protagonista presume de hijos y nietos en su perfil de Instagram y, obviamente, este domingo, para inaugurar el curso, han hecho otro.

En esta ocasión, ha sido la misma Pilarín quien ha compartido una recopilación de vídeos preciosa y, no os lo perdáis, porque en lugar de compartir la mesa llena, ha mostrado otro tipo de compañía, la de las mascotas. Así titulaba la escena: "¡Comida del domingo con familia! Arroz de la Nini, ensalada de tomates e higos y los perros que van pasando". Durante el vídeo tan solo muestra una cosa de la descripción, los perros, que van pasando por el regazo de la dibujante. En total podemos ver a tres. Unos más tranquilos que los otros, suben encima de la Pilarín mientras ella acompaña la escena con una sonrisa de oreja en oreja. ¿De fondo? Una canción preciosa, Guspira, estel o carícia o carícia, de Mishima.
La escena refleja a la perfección lo que es Pilarín Bayés: tranquilidad, carcajadas y familia. No hemos podido ver el arroz de una comida tan especial como la de bienvenida de un nuevo curso, pero hemos podido disfrutar de una cosa todavía mejor, una escena íntima con la compañía más fiel. La dibujante empieza la rutina cogiendo pilas con las personas que más quiere y, estamos convencidos, ya debe tener la agenda de la primera semana a estallar. Pilarín Bayés está de moda por como sonríe, porque es una referente y porque la vida es más bonita si la dibuja ella.