Las cadenas tienen un sub-género televisivo: el de las peticiones de mano en directo. Siempre de un hombre a una mujer, con lágrimas, música de fondo y gente aplaudiendo. En pleno 2018 un poco desfasado y cutre. Pero en Canal Sur en lugar de Tot es mou siguen haciendo cada tarde, y ya llevan cinco mil, Andalucía Directo. Hay que recordar que En directe en TV3 acabó hace 15 años. La impudicia de televisar un momento tan íntimo es un fenómeno que los programadores consideraban audiencia asegurada pero por reiterativo acaba siendo veneno para los espectadores. La última ocasión en que ha pasado ha sido cuando la reportera que Andalucía Directo tiene en Huelva, Lorena, hacía un reportatge de cambio de look en una tienda. Hace años que sale con su cámara, Jorge. El presentador sabe que él le pedirá matrimonio pero no sabe ni el nombre del cámara, ni por donde entra, ni nada. El vídeo es de los que da cierta vergüenza ajena:

El presentador es también el director, su nombre parece un seudónimo: Modesto Barragán. Con tanto trabajo para presentar y dirigir no se sabe el apellido del novio y le llama reiteradas veces Jorge Carmona, cuando el novio se llama Jorge Mendoza. Hace que la cámara enfoque la entrada de la tienda pero el novio no baja por la rampa sino que entra fuera de plano y de golpe vemos que tiene ya una cajita en la mano con el anillo. Pero no dice la frase más fácilmente memorizable del mundo (Quieres casarte conmigo). Y la reportera en vez de dejarlo todo, empieza a presentar como si aquello le estuviera pasando a otra persona: "Él es un profesional como la copa de un pino, que lleva 12 años trabajando en el programa, nos da sabios consejos a los reporteros...". Acaba siendo el dirfector desde plató quien le pregunta si se casa y Lorena dice que sí. Y entonces van a publicidad.