Desplazarse cada día a Barcelona para ir al trabajo es una tarea titánica para miles de ciudadanos y ciudadanas. Si vas en coche particular, poco sostenible en términos ecológicos, tienes que rezar para no encontrar atascos y llegar a tiempo, además de tener el bolsillo bien lleno para pagar gasolina y peajes. Muchos escogen el transporte público, pero desgraciadamente no soluciona la cuestión. Sobre todo si vas con Cercanías, que estarás perdido. Si no llegas tarde porque ha caído la catenaria o han suspendido el trayecto, prepárate para apretujarte de forma extrema (intentando mantener la distancia de seguridad). En teoría, esta opción debería ser más económica que la privada, pero no lo tenemos nada claro. En Vilanova i la Geltrú, por ejemplo, saben lo que es pagar un servicio lamentable a precio de oro.

Tren alrededores averiado pasajeros andén Pepa Masó

Tren Cercanías averiado pasajeros andén - Pepa Masó

La periodista vilanovesa de TV3, Anna Poch está harta. Ir y volver desde la capital del Garraf a Barcelona en tren le cuesta 9'20€ diarios. Ha sacado la calculadora y el resultado es este: "me sale más barato ir con el coche". Su queja no ha pasado desapercibida y crea controversia. Que si tiene que ir por las costas, que si no cuenta los gastos del vehículo, que si el aparcamiento... Poch no retrocede y argumenta: "tengo aparcamiento en el trabajo. Y también calculo el poco tiempo que tengo para dejar o recoger a mis 3 hijos. Podría comprar la T-10, pero no sé si la gastaré antes de que caduque, por los horarios de mi trabajo, variables y que empiezan (6h...) o acaban (00h...) cuando no hay tren." El caso es que otro periodista de TV3 muy popular y vilanovés como ella le apoya, Jordi Eroles: "se quiere potenciar el transporte público y resulta que al final te sale más barato ir al trabajo con el coche particular!!! (si no te atracan en el peaje de la C32)". El debate está abierto en las redes.

Anna Poch directo TV3

Anna Poch directo TV3

jordi abancalas tv3

Jordi Eroles directo TV3

O se apuesta claramente por el transporte público de calidad, efectivo y asequible, o las carreteras acabarán como los vagones del tren: hasta los topes.