En su perfil en las redes sociales se presenta como "Periodista deportivo en El Chiringuito. Entrenador de fútbol y deportista de cuna". Pero tendría que añadir algunas cualidades más: Inquieto, interesado por su entorno y dispuesto a aprender la lengua de donde vive. Estamos hablando de Darío Montero, uno de los periodistas que trabajan para el famoso programa dirigido y presentado por Josep Pedrerol.

Aparte de ser más que evidente que a Montero le quiere la cámara, lo que él quiso mucho, durante el tiempo que vivió en Catalunya, fue la lengua de los catalanes. Y lo que también quiso fue aprenderla, cosa que ha demostrado estos días ante la sorpresa de su jefe. En una conexión con la redacción, Pedrerol le da paso al reportero a raíz de la decisión que se espera este viernes sobre si el gobierno aplaza las elecciones a la presidencia del Barça debido a la pandemia. Hablando en plató sobre el Procicat, el presentador le pregunta a Darío de quién depende: "El Procicat es del departamento de Interior de la Generalitat de Catalunya... El Pla Territorial de Protecció Civil de Catalunya", pronuncia en un perfecto catalán este periodista nacido en Toledo y de familia extremeña.

Pedrerol, que sabe mucho, hace una de sus habituales pausas dramáticas... Y le saca jugo al momento. Le pregunta en catalán: "Darío, ¿cómo se pronuncia esto, di, cómo se dice?". Montero lo repite y empiezan un diálogo en catalán: "Parles català, oi?". "Una mica". "Quants anys vas estar a Barcelona?". "Sis anys". "I vas aprendre català...". "Sí, una mica". "Molt bé el parla, tu!". ("Hablas catalán, ¿verdad"?. "Un poco". "¿Cuántos años estuviste en Barcelona"?. "Seis años". "Y aprendiste catalán...". "Sí, un poco". "Muy bien lo habla, tú"!. Se añade Quim Domènech para decir que colgó una foto de un estadio y él lo reconoció: "El camp del carrer de Girona, del Granollers", continúa el periodista, lanzado. "Darío... qué grande", sonríe Pedrerol:

Hablar con este orgullo de cómo aprendió catalán, y de cómo lo habla a pesar de no ser el mejor catalán, como él dice quitándose méritos, ha hecho que muchos espectadores catalanes estén orgullosos de ver el esfuerzo y la pasión que pone.

Tendría que ser mucho más normal lo que dice y siente Darío, y lo que ha hecho, aprender la lengua de allí donde va. Pero no acostumbra a pasar. Mucho mejor nos iría a todos si hubiera más Daríos Montero en los medios y en la vida.