Cada uno dedica sus vacaciones a lo que puede. O a lo que le dejan hacer. Dejando de lado la situación atípica de este verano, son unos días donde, hasta que la cosa no se descontrole y vuelvan los confinamientos (si vuelven), los ciudadanos aprovechan para hacer lo que no han podido hacer el resto del año. Algunos se quedarán en sus ciudades pasando la canícula en la playa, en la montaña o en la piscina. Otros alquilarán un apartamento en la costa o una casa rural en medio del campo. Los que puedan y todavía tengan algunos ahorros, pasarán unos días fuera de la ciudad. Y otros hacen peregrinaje en la que probablemente es la ruta más popular que hay en España.
María Cheda (@maria.cheda)
María Cheda (@maria.cheda)
La periodista de Antena 3, María Cheda, se ha detenido a comentar una imagen francamente peculiar. El Camino de Santiago es el recorrido escogido por miles y miles de peregrinos de todo el país, y mucha parte del extranjero. Kilómetros con la mochila a la espalda y los pies a prueba de ampollas, haciendo noche en diferentes albergues y saliendo al amanecer para caminar durante horas, viendo unos paisajes extraordinarios y conociendo a gente de todo tipo. Y eso es con lo que se ha encontrado precisamente la periodista. Un hombre de Granada, que según han informado en el programa a Zapeando de La Sexta, se llama Elmo. Un hombre que hacía el camino con la necesaria mochila a la espalda. Un hombre que para protegerse del calor y las altas temperaturas, se ha puesto una prenda de ropa en la cabeza. Y un hombre que iba en pelotas.
Cada uno hace el Camino como quiere. Lo importante es ir ligerito. #VistoEnCompostela pic.twitter.com/9NI6kIZeiu
— María Cheda (@MariaCheda) July 16, 2020
Desconocemos dónde tenía escondida la concha y el bordón característicos de los peregrinos. Pero sí que sabemos que el hombre va desnudo porque "el sol purifica", según ha dicho él mismo a las cámaras de la televisión gallega, y que quería vivir la experiencia de llegar delante del botafumeiro "con más espiritualidad. Más limpio". Más limpio, no lo sabemos. Más espiritual, seguro que sí. Salió de la localidad gallega de Sarria, y reconoce que cuando la policía le paraba, se ponía los pantalones un rato. Como dice Cheda, "Cada uno hace el Camino como quiere. Lo importante es ir ligerito".