La última edición de la lista de las mayores fortunas de España vuelve a colocar a los grandes apellidos en primera línea. Amancio Ortega lidera, una vez más, el ranking, pero no muy lejos aparece un nombre que nunca ha abandonado la élite económica: Alicia Koplowitz. La empresaria figura en el puesto veinte, con un patrimonio que en 2025 ronda los 1.800 millones de euros gracias a la gestión de su family office, Omega Capital. Sin embargo, el talento para los negocios no acaba en ella. Sus tres hijos, fruto de su matrimonio con Alberto Cortina, han sabido construir sus propias trayectorias financieras.

Alicia Koplowitz GTRES
Alicia Koplowitz GTRES

El mayor, Alberto Cortina Koplowitz, maneja la Corporación Financiera Alcor, donde controla el 50 % del capital, compartiendo accionariado con su primo Alberto Alcocer. Su fortuna personal supera los 1.400 millones de euros. Pedro, el hermano mediano, ha desarrollado su carrera en el sector inmobiliario de alto nivel y es el único del trío que no cuenta con título nobiliario. Pero si hay un nombre que empieza a sonar con fuerza es el del pequeño de la familia: Pelayo.

Instalado desde hace años en Londres junto a su familia, Pelayo Cortina ha optado por marcar distancias con el modelo clásico de inversión asociado a los Cortina Koplowitz. Su mirada es más internacional y su interés se centra en proyectos turísticos con valor añadido, donde la experiencia y la sostenibilidad pesan tanto como la rentabilidad. Un enfoque que le ha llevado a apostar por un sector en pleno auge: los glampings, o campings de lujo.

Pelayo Cortina triunfa con el mercado de los campings de lujo 

Alejado del foco mediático y sin presencia en redes sociales, Pelayo se mueve con soltura en el terreno económico. Su cadena Ohai, especializada en alojamientos turísticos de bajo impacto ambiental, ha comenzado su expansión en Portugal, con un primer complejo en Nazaré. El proyecto se basa en bungalows diseñados con materiales reciclables y respetuosos con el entorno, pensados para integrarse en el paisaje sin dañarlo. El plan de crecimiento ya contempla nuevas aperturas en España, con localizaciones como Conil de la Frontera y Gandía en el horizonte.

Pero el glamping no es su única carta. Mientras su madre reforzaba su presencia en la hotelería boutique con la compra de Hospes Hotels, Pelayo cerraba una de sus operaciones más ambiciosas hasta la fecha: la adquisición del Hotel Es Molí, en Deià, uno de los enclaves más exclusivos de Mallorca. La operación, valorada en torno a los 50 millones de euros, se ha llevado a cabo a través de su firma Ilanga Capital.

El emblemático establecimiento, situado en plena Serra de Tramuntana, cuenta con 76 habitaciones, villas privadas, instalaciones deportivas, tres restaurantes y más de 15.000 metros cuadrados de jardines, además de acceso directo al mar. Un activo que encaja a la perfección con la filosofía del benjamín de los Koplowitz: lujo, naturaleza y visión a largo plazo.

pool y restaurante sa
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