Paula Vázquez ha arrancado un nuevo proyecto y no puede estar más contenta. La presentadora está al frente de Fama en Movistar +, un "sueño" que la tiene entusiasmada. Con el objetivo de hacer promoción, ha concedido una entrevista a El Mundo hablando del concurso y comentando las últimas novedades de su vida.

Seis años han pasado desde la última edición del talent, pero esta aspira a seguir los pasos del éxito de Operación Triunfo. Explica que han modernizado el formato, teniendo en cuenta que la audiencia ha cambiado.

Quien también sería diferente ahora es ella misma. Después de unos años desaparecida de la televisión, la gallega ha confesado que tiene pensado escribir un libro algún día explicando qué le pasó: "Todavía no tengo ganas que me crucifiquen. No me vetó una persona en concreto ni ha habido una mano negra, pero sí muchos intereses. Imagino que me convertí en incómoda".

Y es que si una cosa tiene a Paula Vázquez, es que es sincera. Sin pelos en la lengua, han sido muchas las veces en las que se ha manifestado públicamente en contra del machismo y de muchos políticos. A raíz de algunas declaraciones le han tachado de ser de Podemos, incluso: "Me sorprende que se me haya etiquetado así. Yo no entendía de política y hablaba de sentido común. Pero vi que si le comes el culito a los que mienten y roban, tienes el trabajo que quieres. Y si, no vas a la calle. Y como yo no se los como, pues me llaman roja. ¿Pero cómo roja? Si yo lo que quiero es que a todo el mundo le vaya tan bien como yo, que me va muy bien. Tergiversan los términos y los símbolos".

Ser tan transparente le ha jugado jugarretas: "Me ha perjudicado pero me ha dado una identidad con la que me siento muy cómodo. He perdido lpuestos de trabajo, pero he ganado dignidad y buenas amistades. Llegó un momento en el que me quitaron tantas cosas que sólo me quedaba la decencia y como esta no me la quitaron, seguiré denunciando las cosas que considere".

Y siguiendo con la tradición, ha aprovechado la entrevista para dejar una dura crítica: "Me he criado en Galicia y en Catalunya, hablo tres idiomas, me siento políglota y privilegiada. Pero este es el único país del mundo donde ser políglota es un pecado. No me identifico con Puigdemont, pero no es normal lo que está pasando en Catalunya, no es normal que no se puedan solucionar las cosas".

Una Paula Vázquez que da un golpe sobre la mesa y sigue tan sincera como siempre.