Kiko Matamoros ha vuelto a colocarse en el punto de mira, un lugar del que nunca termina de alejarse, aunque esta vez el revuelo podría costarle algo más que un simple disgusto televisivo. Su silla en No somos nadie —el programa que intentó rescatar el espíritu de aquel equipo desmantelado tras el fracaso de La familia de la tele— podría estar tambaleándose seriamente. Y todo por un enfrentamiento que lleva nombres y apellidos: María Patiño.

Kiko Matamoros Ni que Fuéramos Shh...   Youtube
Kiko Matamoros Ni que Fuéramos Shh... Youtube

La atmósfera del programa emitido el 11 de diciembre ya venía cargada, pero la chispa saltó cuando Patiño se tomó a mal uno de los comentarios en tono jocoso de Matamoros. Lo que parecía una broma sin importancia en torno al uso de la palabra “vestidor” acabó convirtiéndose en un choque frontal que puso en evidencia la tensión acumulada entre ambos. Él respondió con sarcasmo, ella cortó en seco con un “estoy hasta las narices”, y a partir de ahí la escena se convirtió en un intercambio áspero: reproches, interrupciones, cuentas pendientes… y un Valldeperas desesperado intentando reconducir el desastre.

A mí no me gritas”, soltó Matamoros con gesto desafiante. “El desprecio, no”, replicó ella. Más que un simple rifirrafe, pareció la explosión de una guerra silenciosa que llevaba demasiado tiempo gestándose entre dos de los colaboradores con más carácter de la televisión.

¿Despedida en el aire o simple dramatización?

Horas después, el colaborador sorprendía a todos con un mensaje críptico en Instagram. Una foto suya en pleno directo y una frase que sonó a despedida encubierta:
“Hoy toca decir adiós. Hasta aquí llegaron las aguas.”

Un corazón rojo, unas palomitas y miles de seguidores preguntándose si realmente estaba anunciando su marcha. Para bien o para mal, Matamoros es de esos personajes que, incluso en los momentos más críticos, logra dividir al público… pero nunca pasar desapercibido.

Por ahora, él no ha aclarado si ese mensaje significa una ruptura definitiva con el programa, un simple calentón tras la bronca o una jugada calculada para dejar a todos en vilo. Lo único evidente es que el incidente del 11 de diciembre ha dejado huella tanto en su relación con Patiño como en su continuidad televisiva.

¿Una retirada temporal o un cambio de etapa?

Sin proyectos nuevos confirmados, no sería extraño que Matamoros aprovechara este momento para apartarse un tiempo del foco mediático. Más aún ahora, cuando parece completamente inmerso en su ya habitual rutina de retoques estéticos y revisiones médicas.

Hace apenas unos días mostraba orgulloso su última intervención: una blefaroplastia completa, superior e inferior, acompañada de humor y fotos preoperatorias. Ya en octubre había pasado por quirófano por un problema digestivo y, de paso, se realizó algún arreglo extra. Él mismo bromeaba:
“Voy a quedar como un chaval de 17 años.”

Según Quirón Salud, esta cirugía sirve para eliminar el exceso de piel y rejuvenecer la mirada, pero en el caso de Matamoros parece casi una metáfora: un intento de renovación personal en mitad de un momento profesional incierto.

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