'Operación Triunfo', a pesar de su nombre, no es sinónimo de éxito en la industria musical. De hecho, podría ser perfectamente su antónimo. De todas las ediciones del talent producido por los catalanes de Gestmusic, los artistas surgidos de la Academia que han reventado el mercado son poquísimos, solo unos escogidos. Un buen puñado de nombres ilustres y voces portentosas no han tenido el impacto esperado entre el público, e incluso hay quien tiene auténticos problemas para llegar a final de mes con un mínimo de dignidad. Gente queridísima por el público, pero que se tiene que buscar las habichuelas de otra manera. La edición de 2018, la de Miki Núñez, ya tiene dos bajas de manera oficial. El primero en dejarlo fue el catalán Carlos Right. Ahora llega el segundo: un andaluz, de Cádiz, e ídolo en Catalunya: Dave Zulueta.

Dave pasó por aquella edición dejando huella. Su valentía deslumbraba, mojándose en temas políticos de gran actualidad y polémica. Feminista, de izquierdas, anti-VOX. También demostrando respeto, interés e inquietudes poco habituales en el discurso predominante español: hablaba catalán gracias a las canciones de Serrat, Llach y las series de TV3. Cuando abandonó el concurso fue consciente de la ola de odio que despertaba en la caverna, y pasó a escribir sus mensajes virtuales en tres idiomas: castellano, inglés y catalán. Y todos a ladrar y a bailar. Lástima que la suerte no le haya acompañado de una manera más entusiasta en su trayectoria sobre los escenarios. Lleva 5 años picando piedra, pero la recompensa no vale la pena. Y ha soltado la bomba, adiós.

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Dave Zulueta en 'Operación Triunfo' / GTRES

Curiosa es, cuando menos, la manera que ha utilizado para comunicar la retirada y, eso sí, hacerse una buena promo de los que serán sus tres conciertos de despedida: en Sanlúcar de Barrameda, Madrid y Barcelona. Dave, que ahora tiene 25 años, ha entrado en la Academia de 'OT 2023', y ha tenido una conversación con los concursantes que seguro los ha dejado alucinando. La lección de realidad es brutal, es un discurso crudo, pero sincero y consciente. Vengo anunciar que me voy, me voy, me retiro, dejo la música, dejo el teatro y dejo el arte. Lo dejo. Llevo cinco años desde que he salí aquí viviendo de esto, pero llega un momento en el que pagar el alquiler es un poco más difícil. Y lo tengo que dejar. Lo tengo que dejar también porque siento que estoy desenamorándome y en una profesión vocacional como esta es muy importante la ilusión".

El ejemplo que pone es demoledor: : "Antes de OT y al principio de salir, yo tenía un bolo y yo llegaba antes que el técnico. Ahora, son las 6 de la tarde, del día de bolo, y estoy en mi casa: "A ver si se cancela, ay dios mío, qué pereza..." Esto no puede ser. Entonces decido irme yo. Que no me echen. No agonizar". Dave, al que nunca le ha faltado el sentido del humor, ha sacado una sonrisa a todos los que lo escuchaban, cuándo remataba: "No sé por cuánto tiempo, a lo mejor cinco años, 10, 15, uno o mañana pongo un Twitter y digo "oye, que en verdad era bromis".. Ojalá que lo fuera. En todo caso, suerte y aciertos, Dave. Seguro que vuelves a compartir tu talento y tu valía muy pronto. Gente como tú es la que hace falta.