Hay quien piensa que tener padres famosos sólo tiene ventajas: dinero, fama y las puertas abiertas para cualquier trabajo. Pero las cosas no son nunca tan fáciles y crecer a la sombra de alguien con prestigio, por mucho que sea el propio padre, puede llegar a ser complicado (para decirlo de alguna manera). Nausicaa Bonnín puede dar fe de ello. Hija del dramaturgo Hermann Bonnín, la actriz catalana sentía cuando era más joven la responsabilidad de hacer honor al apellido familiar. Y eso le llegó a provocar angustia, tal y como narró anoche en el coche de Eloi Vila en TV3.

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TV3

Nausicaa recuerda así sus primeras experiencias en el teatro, cuando todavía no tenía ni 15 años: "Empecé a sufrir. Tenía mucha exigencia, en los ensayos lo pasaba mal porque quería hacerlo bien, la vergüenza...". La artista barcelonesa quiso desentenderse de este mundo y empezó a estudiar en la universidad, explicó en 'Al cotxe!'. Aunque su aventura alejada de los escenarios duró muy poco y cuando cumplió 18 años lo volvió a intentar. Esta vez, con un papel importante en 'El cor de la ciutat' (interpretaba a Sandra Benjumea) que la hizo ampliamente popular en Catalunya.

"Yo me he matchacado mucho a mí misma", confiesa en TV3. Nausicaa Bonnín creció rodeada de adultos y tuvo poco tiempo para ser una niña: "Es que mis referentes y mi entorno eran gente mucho más mayor que yo. Entonces yo me comparaba, yo tenía que ser como ellos, como actriz, como persona... Intentaba vivir una vida que no me tocaba y eso me generaba mucha frustración", se lamenta.

Con tan sólo 20 años, la actriz cayó en el infierno de los desórdenes alimentarios. Nausicaa recuerda aquellos momentos difíciles de los que finalmente salió reforzada: "Fue una época de mucha lucha interna pero al mismo tiempo me hice muy fuerte. Salía de una época larga y 'heavy' de trastornos alimentarios. Para mí fue una ardua batalla hacia la superación personal. Fue duro. Pero el hecho de independizarme, de tener un trabajo chulo y que me motivaba y de salir al mundo adulto, me dio mucha fuerza". Una lucha contra la enfermedad que le ha hecho tomar conciencia. Hace poco más de un año, la actriz colaboró con una campaña de FITA, la Fundación Instituto de Trastorno Alimentarios, para dar a conocer un dato preocupante: 1 de cada 5 adolescentes corren el riesgo de desarrollar una patología de este tipo.

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Nausicaa Bonnín es ahora una artista de éxito. Tiene un premio Gaudí que así lo avala. Y ya no siente encima el peso del apellido familiar como si fuera una losa. De Hermann Bonnín, la actriz le confesó a Eloi Vila una frase divertida que hace unos años que utiliza: "Ahora dicen que soy el padre de Nausicaa". El aprendiz ya ha superado al maestro.