La cirugía estética está al orden del día entre los famosos, deseosos de pulir imperfecciones para lucir una imagen siempre perfecta ante las cámaras. Son muchos los que deciden ponerse en manos de un profesional para que les cambien la cara, les saquen las arrugas o les hagan desaparecer la barriga con una lipo. Pero todas las operaciones comportan ciertos peligros. Las de belleza, también. Por eso hace falta pensárselo muy bien y valorar si vale la pena correr el riesgo. Si las cosas no salen como uno querría, las consecuencias pueden ser nefastas. Lo sabe bien la presentadora de televisión Nagore Robles, que a través de unos vídeos en Instagram ha narrado su traumática experiencia.

Nagore Robels llorando Cuatro

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Ya hace más de cinco años que la novia vasca de Sandra Barneda pasó por el quirófano para una rinoplastia. La televisiva estaba acomplejada con su nariz y quería que se la retocaran. Pero la operación fue un desastre y los complejos que tenía antes de la cirugía no son nada comparado con las secuelas que le han quedado de por vida: "Cuando decidí operarme la nariz, la intervención iba a ser muy sencilla, ya que solo me tenían que tocar el cartílago. Pero me desperté con la cara prácticamente negra, la nariz rota y llena de moratones. El cirujano había decidido limarme la nariz y romperme el tabique". El médico lo hizo tan mal que le dejó la nariz torcida. Una chapuza estética que ha tenido graves consecuencias sobre su salud: "Hay una zona por la que apenas puedo respirar y eso me supone dolor de cabeza y dolor de garganta, además del fallo estético".

Nagore Robles operacio nariz rinoplastia Telecinco

Nagore fue a Sálvame Deluxe en el año 2014 y mostró una foto de las consecuencias de la operación | Mediaset

Problemas respiratorios crónicos, dolor de cabeza continuado y una nariz que tampoco le gusta. La experiencia es un grado y Robles sabe de lo que habla cuando advierte a sus seguidores: "Si tomáis la decisión de operaros, quiero aconsejaros que habléis con más de un médico y que os informéis bien de todo lo que puede pasar porque, una vez que entras en un quirófano, no sabes cómo vas a salir". Es para darle dos vueltas.