Este miércoles será difícil de tragar. Los culés todavía estamos devastados por lo que pasó ayer, por la crueldad que sufrimos los aficionados blaugrana después de tener a tocar la final de la Champions. Tan a tocar que la tuvimos a solo dos minutos y medio. Después de remontar un 2 a 0 en contra, el Barça, con una segunda parte descomunal, y tirando de orgullo y de buen juego, le dio la vuelta y se puso 2 a 3…, pero un gol del Inter en el descuento nos llevó a la prórroga y después, el 4 a 3 definitivo que hundió a los culés. Sí, podemos estar orgullosos. Sí, podemos sentirnos afortunados. Sí, tarde o temprano, con estos jugadores y este entrenador, volveremos a ganar la Champions... pero el dolor que provoca hoy perder así es inconsolable.

El Barça estuvo a punto de la proeza… a pesar de que el Inter jugaba con 13, o con 14. El árbitro polaco Marciniak (el del polémico Atlético de Madrid - Real Madrid que perdieron los colchoneros por el penalti donde decían que Julián Álvarez había tocado dos veces la pelota), ayudado por el árbitro del VAR que ya nos robó un penalti a favor en el mismo campo contra el mismo rival hace unos años, perpetraron un arbitraje lamentable, casero e indisimulado. Todas las faltas dudosas, a favor del Inter, el VAR solo entraba para las jugadas donde se favorecía a los italianos o se perjudicaba a los culés, y no fueron a ver qué pasó en la última jugada, con el empate del Inter, cuando podía haber habido falta previa a Gerard Martín. En definitiva, un arbitraje escandaloso.

Encima de que los culés íbamos calentitos con la actuación de Marciniak, encima de que nos habían hecho un atraco a mano armada, lo último que teníamos ganas de oír era el discursito de tolerancia y respeto de un exárbitro que cuando estaba en activo nos birló una liga en los morros, en el Camp Nou, contra el Atlético de Madrid, anulando un gol legal al Barça. Hablamos de Mateu Lahoz, ahora comentarista en el programa de Champions de Movistar, conducido por la madridista Susana Guasch. Un colegiado que ahora se las da de nosequé, pidiendo comprensión y que no digamos lo siguiente: "No podemos hablar de arbitraje casero. No deberíamos usar esos términos nunca, por favor, porque arbitrar es muy difícil"... Hay que tener muy poca vergüenza...

Mire, señor Lahoz, los culés seguiremos diciendo lo que nos salga del moño, solo faltaría. Y más, después de que nos atraquen en la cara.