Hay un nuevo nivel de famosillos de tercera división: los youtubers. No salen en los digitales ni tienen otro mérito que almacenar centenares de miles de seguidores a cambio de un sueldo que les paga la multinacional Youtube: a más seguidores más sueldo. Auronplay o Jordi Wild son dos muestras de noticias recientes por tonterías que protagonizan hombres sentados en una silla ergonómica encerrados todo el día en su habitación. La diferencia con los hikikomoris japoneses (niños encerrados por voluntad propia con problemas psicológicos y relacionales) es que emiten por Youtube. Uno con 812 mil followers Markilokuras, ha hecho otro ridículo pero con tintes delictivos:

El adolescente de las gafas ve cómo su madre entra en su habitación para darle las lentillas y cuando ve que la mujer enciende la calefacción en lugar del aire acondicionado monta en cólera."¡Que has puesto el calor, gilipollas!". Insulta a la madre que se queda petrificada y empieza a ridiculizarla con una vocecilla y a golpear una especie de globo gigante. Primero a puñetazos y después con un bate de béisbol que tiene a mano, al lado de los muñecos infantiles y un caball de juguete. La escena da entre miedo y asco:

markilokuras youtube

markilojuras 2 yt

Youtube

Hay una empresa última que lo paga para que el energúmeno juegue a videojuegos en youtube. Empiezan En  Blau y acaban en El caso.cat.