Aunque hace días que ha empezado el verano, la MotoGP parece que no para. Este fin de semana, los pilotos volverán a encontrarse al Gran Premio de Austria y, estamos convencidos, antes de empezar sabemos que el ganador hablará catalán. Àlex y Marc, Marc y Àlex, aunque el mayor más que el menor, los dos Márquez están dejando huella en un año espectacular. Los de Cervera hace años que escriben historia del motociclismo y, de hecho, esta temporada ya hemos visto la primera victoria de Àlex en la máxima competición. Eso sí, aunque primero y segundo, el más destacado de los dos hermanos es Marc, que no se cansa de pisar la primera posición de todos los circuitos que conquista con una facilidad desbordante.
Realmente, con 32 años, el piloto catalán está en uno de sus mejores momentos y, alejando a los fantasmas de las últimas temporadas, vuelve a batir los récords que él mismo había hecho en años anteriores. Sí, el de Cervera tiene grandes motivos para celebrar este 2025, pero cuando sale de la pista siempre se encuentra el mejor trofeo que podría levantar: Gemma Pinto. La pareja está consolidadísima porque hace años que va dada de la mano y parece que la influencer no se pierde ninguna carrera del piloto. Juntos han protagonizado escapadas románticas, paseos por circuitos, celebraciones eufóricas... Los mejores momentos de cada premio siempre nos los regalan ellos y, esta última semana, aprovechando un pequeño descanso, los hemos visto perdidos por Menorca con una compañía fantástica.
Ahora, de vuelta a Madrid, el piloto y la influencer fueron a comer sushi durante el fin de semana y, ayer, para quemarlo, Gemma Pinto quedó con Laura Escanes, una de sus mejores amigas, para hacer una ruta en bicicleta. Las dos bien equipadas compartieron el plan, pero, por sorpresa, tuvieron un inconveniente muy común en las bicis: se les salió la cadena. No eran ni las 10 de la mañana cuando las dos protagonistas compartieron una historia mientras Gemma le arreglaba la bicicleta a Laura y, de hecho, parece que la influencer se llevó un tirón de orejas. ¿El motivo? Haber puesto la bicicleta al revés. Así lo explica la protagonista: "Intentando colocar la cadena de la niña. Nuestra primera salida no podía empezar de otra manera... Pd: Marc ya me ha dicho que la bici así NO". La negación en mayúsculas, para que lo tengamos bien claro.
Las dos amigas se han tomado la situación con humor y, de hecho, han aprendido dos cosas muy importantes como ciclistas: "1. Colocar la cadena. 2. Que la bici no se gira". Gemma y Laura disfrutan de manera idílica, mostrando su amistad y haciendo deporte, mucho deporte. No es, sin duda, ni la primera ni la última vez que las veremos entrenar juntas y, ahora, tan solo falta la quedada ideal, Gemma, Marc, Laura y Joan. Felices los cuatro.