La primera gala de la nueva edición de Operación Triunfo ha dejado los teleespectadores con ganas de más. El nivel es alto, los problemas de realización han quedado lejos y empieza la competitividad. De momento, sin embargo, todas las miradas están centradas en los dos expulsados que se han quedado a las puertas.
Rodrigo y el controvertido Luis Mas fueron los peores de la gala y no entraron a formar parte de los 16 concursantes finales. Antes de que empezara el programa, por eso, la gente ya hablaba del catalán... Y es que todo el mundo enloqueció al ver una fotografía suya con el rey Juan Carlos. Pronto se supo que es competidor de vela, una pasión que comparte con el rey emérito y que les habría unido en alguna ocasión. El chico parecía el estereotipo de buena familia que se lo tiene creído, y este cliché no habría acabado de gustar a los teleespectadores. "Pijo", "facha" y "borjamari" son sólo algunos de los calificativos que han llegado a decirle.
Luis Mas, concursante de ot 2018 trabaja como voluntario cuidando abuelos seniles, todo un ejemplo pic.twitter.com/Z1nzf0UaIZ
— (@laertyada) 14 de septiembre de 2018
La audiencia decidió que él fuera el primero expulsado, con lo que esta 'fama' de poco le ha servido... más bien le ha perjudicado. Así como haber hecho una actuación en la que no brilló, precisamente.
En estos primeros días ya fuera del concurso, todo el mundo quiere saber cómo se ha tomado la decisión. Y no se ha cortado un pelo en comentar lo que piensa y atacar a los teleespectadores: "En un principio me asusté un poco, pero yo ya iba mentalizado para los dos escenarios. Al principio fue un golpe bajo, se ha de ser honesto. Pero después lo piensas y ha sido una oportunidad de oro que me ha abierto puertas. Eso sí, no creo que me volviera a presentar. La gente no me conoce, opina muy rápidamente y dice lo primero que piensa. No me siento identificado con la mayoría de críticas, por no decir con ninguna. He visto alguna cosa que, obviamente, no me ha gustado".
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"No se tendría que confundir el deporte con la política y, a parte, es que yo no he dicho nada de política. No es que me tengas que respetar aunque pienses diferente, sino que ni siquiera he dicho lo que pienso. Que me digan lo que quieran, yo sé perfectamente lo que soy. No me considero pijo, puedo tener un amigo pijo y otro en el Raval. Y si tengo que hacer una entrevista, no iré en chándal, me pongo una camisa. Pero no por eso soy pijo", sentencia.
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Muy crítico con los comentarios que ha recibido, pero optimista. De hecho, asegura que seguirá probando suerte en el mundo de la música: "Las puertas se abren ahora". ¿Tendrá suerte? ¿O lo perseguirá siempre esta experiencia en OT?