Lluís Homar es uno de los mejores actores del país. No se le recuerda un papel malo, todo lo defiende con una presencia, voz y tablas fuera de la corriente. Ahora que actúa en Mérida con Prometeo pasa por el aro de la entrevista sobre el procés del diario El Mundo. Y pasa como siempre, el actor se sincera y las redes ultras lo destrozan. Homar ni siquiera dice ser indepe, se limita a confesar: "Me duele la prisión preventiva de esas personas". Ni siquiera los llama presos políticos. Pero los lectores de El Mundo han salido en tromba a insultarlo.
EP
Homar dice: "Estoy por el derecho a decidir, de una forma pactada, acordada. Y esto se nos ha ido un poco de las manos. Y a mí me duele especialmente la prisión preventiva de estas personas. Como Prometeo, hay que hacer posible lo imposible. Creo en la capacidad de convivencia, pero eso ahora está muy roto. Es una pena, pero eso me temo que llevará tiempo". Una frase que podría suscribir el 99% de la sociedad catalana pero los lectores de prensa unionista encuentran que Homar representa el papel de Satanás.
EP
Este son algunos de los comentarios que se pueden leer al pie de la entrevista a Lluís Homar. Nadie habla de teatro:
- Tiene un Sindrome de Estocolmo como un piano.
- Es una pena que este hombre con lo mayor que es no sepa que el derecho a decidir no existe,
- Otro fracasado titiritero, que ha mamado de España y ahora de su Aldea Catalana
- Es muy hierático, sin expresividad y no vocaliza bien.
- Totalmente irrelevante. Uno más en el pesebre. Como tantos y tantos
- Muy bien Señor LLuis! No se salga del guión pijoprogue no sea que ya no le contraten más
- De izquierdas, republicano y anticarcel. En mi pueblo se suele denominar "fantasma" a estos tipos...
- Otro acostumbrado a trabajar poco, lavarse menos y vivir de las subvenciones; otro deshecho humano.
ACN
Los lectores de El Mundo lo insultan con vómitos como "fantasma, secuestrado, titiritero, fracasado, viejo, holgazán, irrelevante, pijo, sucio, despojo humano, que no vocaliza..." Vox es sólo la patita del lobo intolerante que sale por debajo de la puerta.