Isabel Pantoja atraviesa uno de los momentos más convulsos de su larga trayectoria artística. Tras décadas llenando estadios y convirtiéndose en un icono del flamenco-pop y del folclore español, hoy su nombre vuelve a resonar con fuerza en los medios; pero no por un nuevo disco ni por una gira triunfal, sino por una deuda millonaria con Hacienda y un inminente presunto plan de exilio fiscal que la llevaría, en apenas un mes, a instalarse en República Dominicana.
Desde sus primeros pasos en Cantillana (Sevilla) a finales de los años setenta, Pantoja supo construir una carrera sólida, impulsada por su voz rota, su carisma arrollador y una historia personal salpicada de amores, tragedias y renovaciones constantes. Sus discos de los ochenta y los noventa —producidos en gran parte por Juan Gabriel— la encumbraron más allá de las fronteras españolas, con ventas millonarias en Latinoamérica y giras internacionales que rompían taquillas. Era la cantante que lograba llenar auditorios equivalentes a los de David Bisbal o Alejandro Sanz, un logro pocas veces visto en una artista de su generación.
Sin embargo, detrás del fulgor artístico siempre han coexistido sombras legales. En 2002 Pantoja protagonizó su primer gran escándalo cuando su entonces marido, Julián Muñoz, entonces alcalde de Marbella, fue imputado por corrupción. Aunque Isabel nunca llegó a pisar la cárcel ni a ser imputada formalmente por aquellos hechos, el impacto mediático la afectó profundamente, ensombreciendo su carrera durante años. Aquel capítulo marcó el inicio de un rosario de problemas económicos y administrativos que hoy desembocan en una deuda con Hacienda que roza el millón de euros.
Isabel Pantoja, en la lista de morosos
La Agencia Tributaria incluyó su nombre en la decimosegunda lista de morosos a cierre de 2024, un ranking que agrupa a todos los deudores con pasivos superiores a 600.000 euros. Junto a ella figuran Bertín Osborne, Arda Turan o grandes empresas de hidrocarburos, pero es Pantoja quien centra la atención por el doble dramatismo: su estatus de superestrella y la determinación de abandonar España.
Plan de fuga de Isabel Pantoja
Según la colaboradora Leticia Requejo en TardeAR, la tonadillera planea mudarse a República Dominicana en un plazo aproximado de un mes, una maniobra que interpretan como una munición final para aliviar la presión fiscal y bloquear embargos sobre sus bienes.
Fuentes cercanas al entorno de Pantoja señalan que la artista ha comenzado ya los trámites para trasladar su residencia fiscal y sus intereses económicos fuera de la Unión Europea. Allí buscaría no solo una nueva ventana de oportunidades culturales, sino también un escenario legal menos expeditivo que el español a la hora de reclamar deudas tributarias.
El anuncio ha encendido las alarmas del Ministerio de Hacienda, que vigila con lupa cualquier intento de “deslocalización” de grandes contribuyentes para evitar sanciones o recaudaciones forzosas, como en el caso de Isabel Pantoja.