Pasan los días y Laura Escanes no caduca. La influencer ha demostrado que está de moda y, como el vino, cada día que pasa es mejor. Porque sí, la protagonista parece que haya decidido que este 2025 sería su año y lo demostró ya con los primeros instantes. Mientras toda Catalunya tenía toda la boca llena de uvas, Escanes sonreía sabiendo que se le aproximaban unos meses espectaculares y así lo ha demostrado. En la primera mitad del año, la catalana ha ganado un Ondas por su pódcast Entre el cielo y las nubes, ha grabado una segunda temporada de su programa de TV3 La travessa, ha aparecido en una multitud de programas de entrevistas... Todos los seguidores de la presentadora están de enhorabuena porque tienen contenido suyo para aburrir.

Además, por si no tenía bastantes éxitos en el ámbito laboral, Laura Escanes ha demostrado que cuando llega a casa todavía es más feliz, porque aparte de encontrarse a Roma, la hija, y Rock, el perro, se ha vuelto a enamorar. Ni más, ni menos, después de una serie de decepciones amorosas, la estrella de las redes ha vuelto a encontrar a una persona que le hace brillar los ojos: Joan Verdú. De hecho, con el esquiador andorrano se les ha visto enamoradísimos y han hecho muchísimas actividades: disfrutar en un yate, esquiar, perderse por la montaña e, incluso, ir en bicicleta. Realmente, era de las primeras veces que veíamos a la presentadora encima de una bici y ha sido ella misma que ha explicado en las historias de Instagram una mala experiencia pasada. Atentos a la historia, porque le pasó con su padre.

La influencer ha anunciado contentísima su primera excursión sola: "He alquilado una bici y hoy he salido sola por primera vez en mi lugar favorito... Para muchos será una tontería pero salir sola, superando miedos y encima poder hacerlo en la isla, es muy especial para mí". Sin embargo... ¿De dónde viene este miedo de ir en bicicleta? Pues bien, lo cogió un día con su padre. Atentos a la trama: "Yo tenía unos 13-14 años y salía con mi padre y compis de su trabajo en bici (hacíamos montaña) y en una de esas salidas, me caí y me medio clavé el freno del manillar en el muslo. Fue una caída y una herida bastante escandalosa. Pero lo peor fue que le cogí mucho miedo. Pasaron muchos muchos muchos años hasta que volví a coger una bici. Por eso me hace tan feliz hacerlo sola y rodearme de gente que hace que le pierda el miedo y haga superarme". Ayer, la protagonista lo superó todo y disfrutó, después de años, del placer de coger una bicicleta y volar.



Eso sí, la protagonista no cogió un día cualquiera para atreverse, porque el clima no acompañaba por el viento. El amor, de nuevo, le hizo abrir los ojos: "Esta mañana he escrito a Joan, a Alexia y a chat gpt preguntando mil veces si era seguro salir con viento, hasta que me he decidido y el resultado ha sido de felicidad plena... Pd: y sin caídas con las calas". De calas, sola y en su lugar favorito, sinceramente, no se nos acude un escenario mejor. Laura Escanes vive, es feliz y supera miedos.