Lo que sufren las modelos es brutal. El universo mediático actual está repleto de ell@s, especialmente en Instagram, donde la fina línea entre instagrammer, influencer y modelo no se acaba de distinguir bien. Una de ellas es Laura Escanes. La socialite catalana está muy contenta consigo misma hoy en día por todo lo que ha conseguido a lo largo de la vida. Tiene 27 años recién cumplidos y un morrocotudo novio como es Álvaro de Luna, con quien está construyendo algo muy bonito. Escanes, además de irle todo muy bien en lo personal, es una estrella en lo profesional, y es que ha sido doblemente premiada por la lista FORBES.

Laura Escanes IG stories
Laura Escanes IG stories

FORBES premiaba a los mejores influencers que hacían podcasts y a Laura le otorgaron dos premios: uno para su 'Entre el cielo y las nubes' y el otro para el podcast que compartió con Risto Mejide en su época de tortolitos, 'Cariño, ¿pero qué dices?'. Ayer fue ella la entrevistada y no la entrevistadora: la hija de la independentista Anna Espinosa se puso delante de los micros para el programa 'The Crew Talks' y se abrió en canal. Lo hizo, especialmente, para explicar todo lo que sufrió cuando era más pequeña, cuando estaba haciendo sus pinitos como modelo. Sus declaraciones acongojan.

Acongojan y acojonan... ponen los huevos de corbata, pues Lauri fue presionada para adelgazar cuando empezó a ser modelo profesional. Ya a los 16 años, la mamá de Roma Mejide trabajaba en una agencia de modelaje gracias a la que posaba en pasarelas y en otros tipos de eventos. Era entonces cuando Escanes recibía presiones para modificar sus medidas de cadera: "A mí me comparaban y me modificaban mis medidas para que en mi book pusieran mis medidas estándar". Los comentarios que le hacían, sin embargo, no eran solo desde la propia agencia, pues Escanes estaba expuesta al escaparate público y oía todo lo que le decía la gente. La cosa no se quedaba solo en comentarios para Laura, sino que esta los interiorizó y estos hicieron que tomara decisiones en su cuerpo como, por ejemplo, operaciones estéticas. "Fue a raíz de eso cuando empecé a hacerme retoques en mi cara y me puse labio. Me lo dijeron ahí y me lo hice cuando era más mayor", revela.

La operación de pecho: la más difícil

Las intervenciones estéticas no han sido muchas en Laura, pero todas ellas han sido importantes, aunque la que más cuando se operó el pecho. Fue la doctora Ruiz, del Institut Ruiz Castilla, en el hospital Quirón Barcelona, la que la operó y le aumentó el tamaño del pecho. El paso por quirófano fue sobre ruedas, pero la decisión previa fue muy dura para Laura, quizás la más difícil de todas. "Llevaba muchos años pensando si hacérmelo o no, y después del embarazo, las dudas o las ganas que tenía aumentaron bastante. El hecho de pasar por un quirófano es una decisión muy importante, es algo muy serio que tiene sus riesgos, por eso estuve tanto tiempo pensándolo", explicó en su momento.