Una reportera catalana de Telecinco, Laila Jiménez, ha sufrido en sus carnes la dificultad de hacer conexiones en directo desde el medio de una manifestación. Por el segundo aniversario del referéndum la jornada se acabó sin incidentes pero en Telecinco tienen el vídeo de su periodista increpada por algunos exaltados. Pasa en las manifestaciones, en unas se grita "prensa manipuladora" y en otras "Puta España" o "Puta Cataluña". Una minoría va demasiado encendida. A Laila le tocó al lado de los exaltados:

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Telecinco (Clica la foto para ver el vídeo)

El vídeo de los servicios informativos de Telecinco, que habla con aquella voz impostada telecinquera, lo dibuja al estilo Pedro Piqueras, apocalíptico: "Agresión, el acoso, el tumulto, la rodean, la insultan, la zarandean, la amenazan, la acusan de manipular. Hay quien trata de protegerla pero se ve obligada a marcharse y buscar un punto alejado donde hacer la conexión en directo".

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Telecinco

Todos los periodistas que hacen manifestaciones saben dónde da más color la conexión pero tiene más riesgos. El programa de AR lo eleva a categoría y ha abierto el programa con este vídeo: Ana Rosa se ha desahogado y el tuit de Gabriel Rufián condenando lo que pasó se le ha girado en contra. 

Ya basta, energúmenos. Le piden al de ERC que critique la violencia y la critica pero el tertuliano de AR dice "La culpa es de Gabriel Rufián.Y de otros gobernantes (sic) como él. Han creado un marco mental de que Telecinco es el enemigo y que hay que destruirlo. TV3 solo da la opinión de una parte". Lo explicaban en una mesa|tabla sin ninguna opinión de independentistas. El tertuliano unionista culpa a Rufián y AR culpa a la madre de la adolescente que grita Puta a España al oído de Laila: "Su madre debe estar contenta, menuda educación le han dado".

tertulia telecinco

adolescente llamamiento t5

Telecinco

A la pobre reportera le vacían una lata de Red Bull en el pelo, le ofrecen kleenex para secarse y las caras son un panorama. Los manifestantes exaltados tendrían que saber que el reportero de calle es el eslabón más débil de la cadena de TV. Muchas veces le dicen qué es lo que tiene que decir y se limita a poner la cara y el cuello. Si una TV no les gusta, que no la miren pero que dejen a los reporteros que digan lo que quieran. Y si mienten, que sus espectadores reclamen.