A sus 69 años, Kris Jenner no solo sigue al frente del imperio Kardashian-Jenner, sino que ha decidido reinventarse una vez más... esta vez desde el quirófano. La empresaria ha optado por una transformación quirúrgica que ha dejado atónitos incluso a sus propios familiares. ¿Su inspiración? Nada menos que su hija más famosa: Kim Kardashian, ícono global de belleza y moda. Lejos de conformarse con el rejuvenecimiento facial que ya había probado en el pasado, Kris ha apostado ahora por una reestructuración estética completa: desde su nariz hasta sus mejillas, labios y mentón, todo parece haber sido esculpido bajo el patrón Kardashian.

Según fuentes cercanas al clan, la matriarca habría solicitado explícitamente al cirujano plástico que tomara como modelo base el rostro actual de Kim, llevándole incluso fotografías con ángulos específicos para replicar cada detalle con precisión milimétrica. “Ella piensa que Kim es la perfección. Todo lo que Kim hace, Kris lo sigue al pie de la letra, especialmente en cuanto a cirugías estéticas”, reveló una fuente cercana a la familia.

Kris Jenner quiere convertirse en la Kim Kardashian 2.0

Lo que podría parecer un simple capricho de vanidad ha provocado auténticas tensiones internas. Fuentes internas aseguran que las hijas de Kris Jenner están alarmadas por la obsesión de su madre por parecerse a una de ellas. Si bien ninguna ha emitido declaraciones públicas al respecto, se rumorea que Kourtney y Khloé estarían profundamente incómodas con el nivel de mimetismo que su madre está alcanzando con Kim.

Y no es solo el rostro. Kris ha programado una cirugía de aumento de pecho, y no cualquier aumento: busca replicar la forma y tamaño exactos de los pechos de Kim Kardashian. Para lograrlo, habría mostrado al equipo médico imágenes específicas de su hija en distintos atuendos, buscando que el resultado final sea una copia casi exacta. “Kris quiere ser Kim 2.0”, afirmó una fuente cercana en declaraciones filtradas a la prensa estadounidense.

Cirugías al límite: ¿una transformación estética o una crisis de identidad?

La pregunta que ronda en los medios y en las redes sociales es tan simple como inquietante: ¿Kris Jenner está dejando de ser ella misma para convertirse en una copia exacta de su hija? La línea entre la inspiración y la imitación parece haberse borrado por completo. En un mundo donde la imagen lo es todo, la matriarca del clan ha optado por reeditar su identidad a través del cuerpo de su hija, desatando un debate mediático sobre los peligros de la cirugía estética sin límites.

Mientras algunos defienden su derecho a lucir como quiera, otros opinan que su transformación revela una peligrosa pérdida de individualidad. “Es como si quisiera borrar quién es para insertarse en el molde que ha creado”, señalan expertos en imagen pública y psicología del espectáculo. La obsesión por mantenerse joven, atractiva y vigente en un mundo donde las cámaras no descansan, parece haberla llevado a tomar decisiones radicales, y quizá, irreversibles. Esta nueva etapa de Kris Jenner pone en evidencia una verdad incómoda en la era del entretenimiento: la fama exige sacrificios, y a veces, esos sacrificios implican hasta la propia identidad. Lo que comenzó como una estrategia para rejuvenecer, ha derivado en una reconstrucción total inspirada en el cuerpo de su hija.