En el mundo del espectáculo, los cambios de look de las estrellas no solo son una forma de renovar su imagen, sino también una estrategia para marcar tendencia y mantenerse en la cima del interés público. La presencia de una celebridad puede convertirse en un símbolo de moda en cuestión de horas, y un simple error puede ser recordado por años. Por eso, cada cambio, por pequeño que parezca, conlleva un peso enorme y una carga de expectativas. Algo que Kim Kardashian comprueba cada tanto. 

Kim Kardashian y sus hermanas siempre han sido protagonistas en la escena fashion, siendo auténticas divas que dictan las tendencias que luego todos quieren seguir. La influencia de las Kardashian es un tema de conversación que lleva muchos años y, contrario a lo que muchos apostaban, continúa siendo relevante. En ese contexto, la socialité decidió dar un giro radical a su look, sorprendiendo a todos con una transformación que rompió con su estilo habitual.

Hasta ahora, había experimentado con diferentes cortes, colores y estilos, jugando con su melena larga y oscura, que se ha convertido en su sello distintivo. Sin embargo, en una apuesta audaz, la estrella decidió cambiar por completo para una colaboración con su marca SKIMS, en alianza con la icónica casa de moda italiana Roberto Cavalli. La colección limitada de bañadores moldeadores, con estampados históricos de Cavalli, fue la excusa perfecta para que se atreviera a algo diferente y llamativo.

Kim Kardashian dicta las pautas para el verano: color rubio y corte pixie

El cambio fue impactante: Kardashian se convirtió en una rubia en tonos miel y optó por un corte 'pixie' con volumen en la parte superior y lados más cortos, dejando entrever ondas suaves que aportan un aire fresco y juvenil. Este estilo rompió con su imagen clásica y generó una ola de comentarios y debates en las redes sociales y en la prensa especializada. Pero, según reseña Vogue comentarios pasados de la celebridad de ‘realities’, ser rubia no es solo un cambio de color, sino un trabajo arduo y de tiempo completo. Su base oscura hace que mantener ese tono claro requiera aplicaciones de productos constantes para evitar que las raíces negras vuelvan a asomarse, lo que implica un compromiso prácticamente diario y una dedicación que muchas veces pasa desapercibida para el público.

La perfección en su imagen requiere de un trabajo meticuloso, productos específicos e intervención de su equipo de estilistas. Este aspecto, muchas veces invisibilizado, desmonta el mito de que una transformación es solo cuestión de decisión; en realidad, es un proceso demandante. Además, si la decoloración no la hace un profesional, corre el riesgo de dañar las hebras capilares. Esta versión de Kim Kardashian rubia es un ejemplo de su valentía para experimentar con su estilo y pone en evidencia el esfuerzo que hay detrás de cada fotografía perfecta que vemos en las redes sociales. El ‘pixie’, por otro lado, es un corte de cabello audaz que no le queda bien a todos los tipos de rostro. ¿Será el fin de la era de las melenas pesadas?