Karol G volvió a emocionar a sus seguidores. Esta vez no fue con una canción ni con un anuncio profesional. Fue con una publicación con fotos de su infancia. Imágenes sencillas. Una niña de sonrisa tímida. La cantante recordó sus años más inocentes.

Su niñez en Medellín. Su hogar lleno de música. Su padre, Guillermo Giraldo, animándola a cantar en cada reunión familiar. En cada esquina. En cada oportunidad. Para ella, no era un juego. Era un sueño en construcción. “Cuando era una niña cantaba con mi padre a cambio de unas monedas”, explicó en una ocasión. Un sueño que empezaba a tomar forma cuando apenas alcanzaba el micrófono.

 

Karol G recuerda su infancia en Instagram

Karol G también compartió una imagen junto a su abuela Teresa, a quien llamó “la reina de mi vida”. La describió como su guía. Su luz. Su raíz. “Desde que se fue, la extraño más cada día”, confesó. Un dolor que nunca se va. Una ausencia que la acompaña incluso en sus mayores triunfos. La foto tocó el corazón de sus millones de fans.

Pero detrás de esa niña dulce había una historia de lucha. Una historia de tropiezos. Karol G no nació convertida en estrella. No nació rodeada de focos. Ni de contratos. Ni de productores. Su camino estuvo lleno de rechazos, miedos y momentos que pusieron a prueba su fuerza.

En casa, su padre se convirtió en su primer maestro. En su primer manager. En el hombre que la empujó a cantar incluso cuando ella dudaba de sí misma. “Mi primer escenario, mis primeros fans”, recordaba en otro mensaje. Él la llevaba a pequeñas presentaciones. A festivales locales. A cualquier lugar donde pudiera aprender a perder el miedo.

Shak Karol Insta
Shakira y Karol G Instagram

Una derrota que acabó siendo la mayor victoria

Con solo 16 años, se enfrentó a su primera gran decepción. Participó en el programa Factor XS, la versión infantil de The X Factor. Pasó las primeras pruebas. Vivió la emoción de ser elegida por Marbelle. Se ilusionó. Soñó. Pero la eliminaron antes de lo esperado. Sintió que había fallado. Lloró. Y dudó de si tenía futuro en la música.

Ese momento, que en su día vivió como una derrota, con el tiempo se convirtió en un empujón. Gracias a ese programa, alguien la vio. Un cazatalentos que intuyó su potencial. Le ofreció su primer contrato. Pero nada fue inmediato. No hubo éxitos rápidos. Entre 2007 y 2012, lanzó canciones que no funcionaron. Intentó firmar con Universal Records y la respuesta fue un “no”.

Pero ella no se rindió. Nunca. Ajustó su estilo, se preparó, trabajó más duro y entendió que su voz tenía un lugar. Que su mensaje importaba. Y así llegó lo que parecía imposible: estadios llenos. Premios. Récords. Formar parte de la historia de la música.