Han pasado casi dos décadas desde que Karol G irrumpió en la música latina, y su transformación física y de estilo sigue siendo uno de los temas más comentados del mundo del espectáculo. La artista, que en 2007 lucía un estilo urbano sencillo, con su melena al natural y una silueta que reflejaba frescura juvenil, hoy brilla en alfombras rojas internacionales con un look sofisticado, una silueta esculpida y curvas de ensueño que hipnotizan a la audiencia en cada evento, y un inconfundible sello de glamour que fusiona elegantemente las tendencias globales con su esencia latina.
El cambio no es casualidad: además de una evolución profesional meteórica —con éxitos globales como TQG con Shakira y Tusa junto con Nicki Minaj—, Karol ha admitido abiertamente someterse a procedimientos estéticos. Rinoplastia, aumento mamario e incluso retoques faciales han sido parte del proceso que, según sus propias palabras, fue motivado en parte por la presión social que sintió en su juventud.
Karol G: cirugías, dieta y una rutina que cambió su cuerpo
Lejos de esconderlo, la intérprete ha hablado sobre la resistencia a la insulina, una condición hormonal que provoca inflamación y fluctuaciones de peso. Gracias a una estricta rutina de ejercicios —que incluye cardio, fuerza, yoga y ensayos diarios de baile— y una dieta personalizada, Karol G ha logrado perder más de 15 kilos, pasando de 76 a 62, sin perder sus icónicas curvas.
No obstante, su figura actual también refleja años de intervenciones estéticas. Además de las cirugías confirmadas, expertos han especulado sobre otros posibles retoques, como una liposucción abdominal, perfilado mandibular, elevación de pómulos y bichectomía. La combinación de disciplina física y medicina estética ha resultado en una imagen más estilizada y sofisticada, que divide a sus fanáticos: algunos celebran su transformación, mientras otros la critican por haberse alejado de la imagen “auténtica” con la que conquistó Medellín.
De las zapatillas deportivas y el pelo multicolor a la alta costura de París
Si hay algo que siempre ha caracterizado a Karol G, es su pasión por los cambios de estilo. Conocida como “la reina del tinte”, ha pasado por todos los colores de pelo imaginables: rubio platinado, azul turquesa, rosa, rojo, combinaciones extravagantes y hasta degradados vibrantes que se convirtieron en tendencia internacional. Sin embargo, en 2025, la artista redefine su imagen apostando por un tono castaño natural —también denominado “light brunette”—, una elección sofisticada y luminosa que marca el inicio de una etapa más sobria en su carrera.
En cuanto a su vestimenta, el cambio es igual de radical. Aquella chica que en 2021 cantaba “yo nunca uso tacones” ahora deslumbra como invitada especial en desfiles de Louis Vuitton y protagonista en la pasarela de Schiaparelli en París, donde vistió un traje de alta costura que acaparó titulares. La transición de ropa urbana a outfits de diseñador refleja no solo su evolución artística, sino también su nuevo estatus como ícono global de la moda.
Con más de 70,9 millones de seguidores en Instagram y una carrera consolidada que la ha llevado de Medellín a los escenarios más importantes del mundo, Karol G ha dejado claro que su metamorfosis es parte de su éxito. Aunque las críticas por sus cirugías y su cambio de imagen continúan, su popularidad no hace más que crecer, especialmente tras el lanzamiento de su álbum Tropicoqueta, donde abraza nuevamente sus raíces latinas.