Karlos Arguiñano es una persona muy humilde. Aunque tenga las cuentas saneadas, él siempre ha valorado los pequeños detalles de la vida, y es muy común verle por el País Vasco dando un paseo como cualquier otra persona. Siempre se ha dicho que es un hombre muy campechano, abierto y cercano. Se nota también en sus programas de televisión, donde cocina para la gran mayoría. Y es que él se desvincula completamente de la cocina de vanguardia. Se centra en los platos de toda la vida, los de las abuelas. Con ingredientes que cualquiera puede encontrar en su mercado o supermercado a un buen precio. Comer sano por muy poco es su lema.

El popular chef lleva más de treinta años en televisión y ha construido un importante imperio gracias a los ingresos de su productora, Bainet Media, que en 2023 alcanzaron cifras de 5,7 millones de euros. Es la que le ayuda a sufragar otros negocios que no van tan bien.
En la presentación de su último libro, en las bodegas K5, que lidera su hija Amaia, dijo: “Cuando hay algo que te gusta y lo haces con ganas, con fundamento, el resultado... Y luego estar casados con Planeta. Tenemos una novia de lujo. Como sigamos así, algún día me cae el Premio Planeta. Hay quien pide la novela ya. En cuanto aprenda a escribir, empiezo".
Karlos Arguiñano apuesta por lo de toda la vida
Arguiñano sabe cuál es la fórmula para que las cosas funcionen. "Si eres un amargado, de ahí no sale nada bueno. Pero si eres honrado y vas dando dos pasos sin meter la gamba en cada momento, la vida es genial. Soy de prontos, pero se me pasa enseguida, es que si no, no avanzas. Es como el alcohol y las drogas. No te ayudan nada, te complican. Sin humor difícilmente puedes hacer una vida sana. Tienes que tener humor. Genio tengo, pero se te tiene que pasar. En la hostelería hay muchos momentos de tensión, pero luego hay que hacer borrón y cuenta nueva. Y si en esta vida riegas la familia, los amigos y los compañeros de trabajo, la vida te va bien. Es lo que necesitas para ser feliz”.
Arguiñano es como un cocinero de pueblo: "Son recetas para todo el mundo, sencillas, con ingredientes que los encuentras a 10 minutos de tu casa, no hay nada complicado. En mis recetas no me vais a ver cocinando cigalas, ni bogavantes, ni langostas, ni angulas, ni cocochas frescas. Se procura hacer una cocina sana, natural, de temporada y ahí sigo, después de tantos años, yo ya tengo 77, me estoy ya aburriendo de la edad, pero es que estoy con la misma ilusión que cuando empecé a hacer los programas de televisión y los libros me dan la fuerza", señaló el de Beasain.
Él lo tiene muy claro: “No pienso en el que come todos los días de restaurante y tiene cuatro barcos. Eso me importa un huevo”. Para Arguiñano es importante comer normal, es decir, sano, variado y de temporada, sin gastar mucho dinero.
