Este verano de 2025, la pareja formada por Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger atraviesa un periodo de separación física justo en pleno estío, una decisión que ha captado la atención de los medios y desatando especulaciones. A sus 81 años, Julio Iglesias se encuentra en Punta Cana, cumpliendo con compromisos de trabajo y atendiendo su salud; mientras que Miranda disfruta de unas relajadas vacaciones con sus hijos en la exclusiva finca familiar de Marbella.
Desde hace varios años, Julio Iglesias ha dividido su residencia entre Miami, en compañía de su esposa e hijos, y Punta Cana, República Dominicana. El artista pasa buena parte del año en esta última, donde se encuentra rodeado de selva y calma caribeña, ideal para continuar recuperándose de los problemas de espalda que ha arrastrado desde hace décadas. En contraste, Miranda Rijnsburger aterrizó en junio en España acompañada de cuatro de sus cinco hijos, Miguel, Rodrigo, las gemelas Cristina y Victoria, en la finca “Cuatro Lunas”, situada en Ojén, cerca de Marbella. Allí reciben la cálida influencia mediterránea tras los primeros años de su esposo fuera.
Los motivos detrás de esta separación temporal no están ligados a ningún conflicto conyugal. Según diversas fuentes, Julio permanece lejos por razones profesionales: está inmerso en la producción de una serie sobre su vida, que se estrenará en Netflix. Se encuentra supervisando el guion y colaborando en el casting desde Punta Cana. Al mismo tiempo, el cantante, a sus 81 años, busca comodidad para gestionar su salud y evitar desplazamientos prolongados que agraven sus dolencias.
Por su parte, Miranda prefiere estar con los suyos en España, en un entorno que ya conocen y disfrutan cada verano. La finca familiar, ubicada en las colinas de Marbella, ofrece lujos como helipuertos, varias piscinas, bungalows y una suite nupcial de 400 m², sin hablar de la privacidad que anhelan. Aquí, además, ha sido vista observando conciertos y paseando con elegancia, encarnando ese “lujo silencioso” que caracteriza su estilo.
Familia y tranquilidad
Mientras Julian está centrado en su proyecto biográfico, Miranda aprovecha para reforzar el vínculo con sus hijos. Las gemelas, Cristina y Victoria, ya destacan en actividades como la hípica, compartiendo momentos en la finca junto a sus perros y amistades. Además, la dinámica familiar se mantiene intensa, pues Miguel viajó acompañando a su pareja, y Alejandro disfruta de la rutina andaluza bajo el sol mediterráneo.
Cabe destacar que esta separación no es nueva ni trae connotaciones negativas. La pareja, que lleva más de tres décadas juntos y se casó en secreto en 2010, ha construido desde entonces una vida particular: viviendas rotativas entre Miami y Punta Cana, roles compartidos y una familia numerosa con cinco hijos. Desde 2010, han sabido conjugar independencia y mutua presencia, incluida.
Interpretación de la prensa
Los medios coinciden al subrayar que no se trata de una ruptura, sino de una distancia geográfica motivada por circunstancias laborales y de salud. Programas como Y ahora Sonsoles y publicaciones como La Vanguardia, Semana y Divinity han informado que ambos pasarán el verano separados por casi 7 000 km, sin implicar crisis sentimental. Incluso se ha destacado que Julio está impaciente con el casting del actor que lo interpretará y muy involucrado en cada fase del proyecto de biopic, una señal del firme compromiso con su carrera artística a pesar de la edad.